Los momentos de mayor tensión se vivieron en capitales como Bogotá, Cúcuta, Ibagué, Cali y Barranquilla, las cuales vieron convertidas algunas de sus principales vías en zonas casi "navegables". A las inundaciones se sumaron apagones del sistema eléctrico, deslizamientos de tierra, afectación de viviendas y fuertes tormentas eléctricas.
La inclemencia del clima tiene a los bogotanos con temperaturas entre los 18 y los nueve grados centígrados.
En Valle los damnificados pasaron de 4.000, desde que arrancó la temporada invernal en marzo. El caudal de los ríos que cruzan el departamentos, así como otros afluentes, ha subido 60 veces más de lo normal, lo que deja en grave situación a las poblaciones ribereñas y alertas rojas en varias zonas.
En Santander, la vía Barrancabermeja-Bucaramangan está bloqueada por la presencia de piedras grandes, lo que obligará a cierres parciales para removerlas.
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