La temperatura bajó 7° en una hora y poco más de 11° con respecto a la máxima del día, que fue de 33° a las 15. Anoche se esperaba que siguiera descendiendo, y anunciaban más lluvias para hoy.
La tormenta comenzó pasadas las 18 y, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en la Ciudad cayeron 30 milímetros en una hora. A la lluvia, además, se sumaron las ráfagas de viento, que alcanzaron 60 km/h. Hubo complicaciones de tránsito y demoras en el tren Mitre y el subte C.
En el Patio Bullrich tuvieron que evacuar y cerrar el centro comercial por la caída de parte del techo. Algunos pasillos se llenaron de agua, pero los daños no fueron graves. Néstor Nicolás, subsecretario de Emergencias de la Ciudad, precisó que se trató de un “pedazo de cielorraso de yeso de 2 por 3 metros que se desprendió del techo”, y confirmó que no hubo heridos. Voceros de APSA Centros Comerciales informaron que “la gente fue evacuada con normalidad, sin problemas ni riesgos” y que el problema se originó porque entró agua en una canaleta, hizo presión y desprendió la mampostería. Si bien en un momento trascendió que se había dañado la cúpula del centro comercial, la empresa aseguró que está intacta.
El temporal golpeó duro en el Conurbano. En la zona Oeste (Ramos Mejía, Ituzaingó, Castelar y Merlo) hubo zonas que recibieron entre 50 y 100 milímetros de agua y se inundaron. En Panamericana y ruta 197 el tránsito estuvo interrumpido durante dos horas porque el agua llegó a cubrir todo el ancho de la mano hacia Capital. Hubo vehículos varados y muchos denunciaron robos por la falta de fuerzas de seguridad en el lugar. La situación empezó a mejorar cuando el agua comenzó a bajar, recién pasadas las 20, y el tránsito volvió a circular de a poco durante la noche, pero aún con precaución.
También se registraron inconvenientes a la altura de Olivos, donde además cayó granizo, igual que en algunas zonas de Pilar y Escobar.
En Capital granizó en Núñez y Saavedra.
Y hubo temor en la zona comercial de Belgrano, donde se inunda cuando llueve con esta intensidad. En Cabildo y Blanco Encalada, epicentro de las inundaciones, esta vez el agua superaba el nivel de la vereda pero no llegó a afectar a los comercios que, de todas maneras, volvieron a prevenirse con las compuertas que usan para proteger las vidrieras cuando hay tormentas e inundaciones.
En los túneles de Yatay y Sarmiento sí fue imposible circular. Igual que en la avenida Hipólito Yrigoyen al 300, en Avellaneda, uno de los accesos clave hacia el Sur, y en Olazábal y Zapiola y Libertador y Sarmiento. En la terminal de Retiro tuvieron que cerrar las boleterías porque habían quedado bajo agua.
Las complicaciones de tránsito también abarcaron a las autopistas porteñas, donde el agua y la poca visibilidad obligaron a circular con precaución extrema.
Según explicó el meteorólogo Matías Bertolotti, se trató de una “típica tormenta de verano, después de un día de calor intenso” y por momentos agobiante. Este tipo de temporales, según explicó, se destacan por golpear en zonas puntuales, con mucha descarga de agua. Según el pronóstico, entre el mediodía y la noche de hoy podrían volver a ocurrir episodios como el de ayer, incluso con vientos intensos.