Los fragmentos del meteorito han causado daños en al menos seis ciudades de los alrededores del punto donde cayó el cuerpo astral sobre las 09.20 hora local (04.20 hora española), a unos 80 kilómetros de la ciudad de Satka, cabecera del distrito del mismo nombre.
El jefe del Centro Nacional de Situaciones de Crisis del Ministerio de Emergencias ruso, Vladímir Stepánov, aseguró que al menos cinco personas habían sido hospitalizadas "con profundos cortes de cristal". "La policía realiza un seguimiento e inspección de los núcleos de población para determinar nuevos lugares afectados por la caída", explicó el portavoz de Interior. Agregó que patrullas policiales vigilan los edificios que presentan daños y sufrieron la pérdida de sus cristales.
La caída del cuerpo celeste se acompañó de fuertes explosiones, según testigos citados por la radio Eco de Moscú, que en un primer momento creyeron que había un estallado un avión en vuelo.
El meteorito pesaba varias toneladas y podía tener varias decenas de metros de longitud, según varios científicos consultados por los medios rusos. "Era una meteorito bastante grande, puede que de varias decenas de metros de longitud. (...) Los cuerpos de menos de 50 metros se desintegran casi siempre en la atmósfera, y si no se queman en su totalidad, a la Tierra llegan pequeños fragmentos", dijo Nikolái Zheleznov, experto del Instituto de Astronomía Aplicada.
Serguéi Smirnov, científico del Observatorio astronómico de Pulkovo, apuntó que el objeto tenía "una masa de varias decenas de toneladas, seguramente, ya que se pudo ver con claridad en el cielo".
Algunos medios informaron de que sobre los Urales había caído una lluvia de meteoritos. "No ha sido una lluvia de meteoritos, sino un meteorito que se desintegró en las capas bajas de la atmósfera", dijo a la agencia Interfax la portavoz del ministerio para Situaciones de Emergencia, Elena Smirnij. Agregó que la onda expansiva provocada por la caída del cuerpo celeste hizo saltar los cristales "en algunas viviendas de la región".
Según la portavoz, la caída del meteorito no influyó en los niveles de radiación, que se mantienen dentro de los parámetros habituales para la región. Rosatom, la agencia rusa para la energía atómica, informó de que sus instalaciones en los Urales no sufrieron daños a consecuencia de la caída del meteorito.
Medvédev alerta sobre la fragilidad de la Tierra
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, advirtió que la caída del meteorito demuestra la vulnerabilidad del planeta. "Espero que no haya consecuencias graves, sin embargo, eso (la caída del meteorito) es una prueba de que no solo la economía es vulnerable, sino todo nuestro planeta", dijo Medvédev, según las agencias rusas.
Medvédev se encuentra en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk, donde participa en un foro económico internacional.
Por otro lado, el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, abogó por crear un sistema de prevención y protección ante la caída de objetos espaciales. "Tenemos que pensar en ello", afirmó Rogozin, quien agregó que ni Rusia, ni EE UU tienen tecnologías para abatir los meteoritos que representan una amenaza para la Tierra.
Recordó que ya había planteado esta propuesta cuando ocupaba el cargo de representante de Rusia ante la OTAN, sin embargo, la respuesta fue "escepticismo: (...) hubo cierta crítica, muchos se reían", dijo. "Rusia y otros países grandes sí tienen un sistema de seguimiento y control del espacio, pero éste está orientado a vigilar las aproximaciones peligrosas de basura espacial", recordó.
Mientras, el líder del Partido Liberal Democrático, el ultranacionalista Vladímir Yirinovski, conocido por sus extravagancias y sus salidas de tono en el Parlamento, aseguró que no fue un meteorito sino que "los estadounidenses están probando nuevas armas".Afirmó que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, buscó el pasado lunes al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, para avisarle de "la provocación" que se preparaba contra Rusia.