miércoles, 13 de febrero de 2013

20 MIL HOGARES ALAVESES SUFREN PROLONGADO APAGON


La primera gran nevada del invierno provocó desde primeras horas multitud de incidencias a lo largo y ancho de Álava, especialmente en el entorno de Gasteiz, la Llanada y la zona norte del territorio, en los límites con Navarra, Gipuzkoa y Bizkaia. Pocos municipios se salvaron de los rigores de la climatología, pero sin duda el monumental apagón de luz sufrido por 22.000 clientes de Iberdrola, entre hogares y empresas -11.000 más en Gipuzkoa-, fue una de las notas más destacadas de la blanca jornada, además de la masiva paralización del transporte colectivo de pasajeros.
Los problemas con el suministro comenzaron en algunos casos antes de las 7.00 horas y no remitieron hasta bien entrada la tarde. Según explicó la compañía eléctrica, la caída de ramas y la acumulación de nieve sobre las líneas de alta tensión, algunos de cuyos cables llegaron a desprenderse, provocaron un colapso que por momentos intentaron subsanar hasta 200 operarios. La mala situación de las carreteras dificultó la llegada de los equipos a los lugares donde se produjeron las averías y aún a las 17.00 horas permanecían sin luz hasta 5.000 hogares de Agurain, Campezo y Urkabustaiz. Otras localidades afectadas durante el día fueron Legutiano, Antoñana, Dulantzi o Murgia, sólo por citar algunas. En Gasteiz, además, la avería de un repetidor entre las calles Reyes Católicos y Portal de Arriaga provocó un apagón generalizado en los semáforos de la zona, lo que acrecentó el caos circulatorio ya de por sí existente en la ciudad debido a la acumulación de nieve.

 Las líneas de transporte interurbano, tanto de autobús como de tren, sufrieron también especialmente las consecuencias del temporal, sin olvidar los graves problemas que padecieron también numerosas líneas de Tuvisa y el tranvía de Gasteiz. La copiosa nevada dejó tanto a la capital como a sus pueblos aislados, tanto por carretera como por transporte público, y servicios tan demandados como el autobús a Bilbao o Pamplona o el tren con destino a la capital navarra o Donostia e Irun estuvieron sin servicio durante horas.
Dos ferrocarriles que cubrían, respectivamente, el trayecto entre Gasteiz y Pamplona y entre Irun y Vitoria se quedaron además tirados a mitad de camino -el primero en Agurain, el segundo en Alsasua- y sus pasajeros debieron esperar en ambos casos más de cuatro horas hasta ser rescatados, por la acumulación de árboles caídos y una avería en la tensión. Fueron 220 personas en total, a quienes la DYA y los Bomberos de Agurain facilitaron agua, alimentos y mantas para pasar el trance.
 De vuelta a la capital, el tranvía estuvo totalmente paralizado durante tres largas horas y 25 minutos. El servicio quedó interrumpido a las 10.20 horas, aunque antes, desde las 6.40, el servicio sólo funcionó entre Abetxuko e Ibaiondo, en ambos sentidos, porque el ramal centro quedó inhabilitado para el tráfico tras la avería sufrida en uno de sus bogies por una unidad, que resultó dañada por una arqueta en mal estado que se encontraba oculta bajo la nieve. Además, el servicio de autobuses urbanos funcionó a duras penas, con importantes retrasos, y durante horas no pudo llegarse a Errekaleor, Durana o Aretxabaleta por la imposibilidad de los vehículos de ascender las cuestas heladas.
La nieve impidió también que abrieran sus puertas dos centros educativos públicos, los CEIP Gobea y Dulantzi, que se ubican respectivamente en Valdegovía y Alegría. También hubo problemas en otros centros como el de FP de Mendizabala, a donde muchos de sus profesores se desplazan desde Bilbao y quedaron atrapados en la AP-68.
Por suerte, los hospitales de la ciudad apenas registraron heridos de importancia debido a la nieve y el hielo. Según confirmaron fuentes del Hospital Universitario de Álava (HUA), los servicios de Urgencias apenas tuvieron que atender a tres personas en Txagorritxu por caídas leves y a otra debido a un accidente de tráfico sin grandes consecuencias.