Dos muertos y miles de aislados en la costa Este de Australia
ocasionó una tormenta acompañada por fuertes vientos y lluvias que
bloquearon carreteras, dañaron casas y derribaron numerosos árboles,
sobre todo en la ciudad de Sydney.
El Servicio Estatal de Emergencias informó que las aguas desbordadas
del río Macleay amenazan al centro urbano de Kempsey, 350 kilómetros al
norte de Sydney, al igual que los puertos de Macquarie y Taree, ubicados
al oeste del mencionado centro urbano.
De acuerdo con la
entidad socorrista, unas 20 mil personas residentes en el estado de
Nueva Gales del Sur quedaron aisladas al ser imposible viajar por
carretera.
La primera ministra, Julia Gillard, exhortó a los
ciudadanos a evitar el cruce de zonas inundadas, porque, aunque estén en
un bajo nivel, la fuerza de la corriente puede barrer a cualquiera,
precisó.
Un adolescente de 17 años de edad falleció este viernes
en Puerto Macquarie cuando intentaba recuperar pelotas de golf,
mientras que los equipos de salvamento descubrieron un hombre muerto
dentro de un carro inundado en la localidad noroccidental de Grafton.
Una intensa tormenta con fuertes vientos y mucha agua azotó a Sydney
durante toda la noche y arrasó con techos de casas y derribó varios
árboles.
Según el Servicio de Emergencias, la zona Este resultó
la más damnificada por el meteoro que en algunos sitios cobró la fuerza
de mini-tornados.