Hasta el momento, ascendieron a 98 el número de víctimas fatales confirmadas por el fuerte terremoto del martes que derrumbó cientos de edificios en la ciudad de Christchurch, al sur del país, confirmó hoy el el primer ministro de Nueza Zelanda, John Key.
La policía de Nueva Zelanda estima además que hay otras 200 personas que habrían muerto en el grave movimiento telúrico, de 6.3 grados en la escala de Richter.
"La cifra crece mientras hablamos aquí", dijo el jefe policial David Cliff a la prensa, según despacho de la agencia DPA.
Se cree que gran parte de las víctimas aún no halladas están debajo de las ruinas del edificio de Canterbury Televisión, la televisora local, entre ellos unos 20 estudiantes extranjeros de idiomas.
Según Cliff, en ese lugar hay entre "60 y 120" muertos, y agregó que "no hay indicios de que alguien haya sobrevivido allí".
También en partes de la catedral derrumbada de Christchurch se asegura que hay además entre 16 y 22 cadáveres.
La escuela de idiomas de Canterbury Televisión entregó una lista de 100 nombres de empleados y alumnos que están desaparecidos y en el momento del terremoto podrían haber estado en el edificio.
A esto se agregan 15 empleados de una estación de televisión que también funciona en el lugar.
La policía actualmente cree que hay en total 226 desaparecidos, aunque es posible que algunos de ellos simplemente abandonaron la ciudad tras el sismo del martes.
En tanto, los equipos de rescate neozelandeses y australianos siguen recibiendo ayuda desde el exterior.
Hoy llegaron equipos con aparatos especiales de Estados Unidos, el Reino Unido, Japón, Singapur y Taiwán a Christchurch.
Esto permitió ampliar la búsqueda en el centro de la ciudad, gravemente destruido. Dos días después del sismo de magnitud 6,3 se acaban las esperanzas de hallar sobrevivientes, sin embargo, en la tarde del miércoles se halló una persona con vida.
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