Las paredes de más de dos metros de nieve que se levantan a los lados de
la quitanieves enseñan las secuelas de la borrasca que ha avivado la
intensidad del invierno en Asturias. Hoy empieza a remitir, pero deja
paisajes como éste que José Rivero Narciandi observa en el Jitu
Escarandi, a 1.300 metros de altitud, mientras el vehículo de apoyo
circula unos metros por detrás de la máquina que trata a duras penas de
abrirse paso por la carretera AS-264. Es la vía que enlaza Asturias con
Cantabria, la localidad cabraliega de Sotres con la cántabra de
Tresviso, y a última hora de ayer permanecía cerrada al tráfico, igual
que tres puertos y tres carreteras más del Principado. «Había aún mucha
ventisca», relataba ayer Rivero, «nada más pasar la máquina se vuelve a
cerrar».
El frente de origen polar que ha
recrudecido la invernada en Asturias empieza a abandonar la región
dejando tras de sí un rastro de abundantes obstáculos para la
circulación en las vías de montaña y peligro serio por avalanchas. El
pronóstico adelanta que la probabilidad de las precipitaciones irá
remitiendo hoy a medida que avance la jornada, que la cota de las
nevadas ascenderá progresivamente hasta los 1.600 metros y que se
relajará el fuerte oleaje que tuvo ayer en alerta naranja a todo el
litoral del Principado, con olas de hasta 6,4 metros en el Cabo Peñas.
Que el temporal se va, pero queda la nieve. Persisten el peligro por los
aludes y los puertos cerrados. Los camiones ya pudieron atravesar ayer
Pajares, cortado el lunes para el tráfico pesado, pero la circulación
entre Asturias y León a través de San Isidro, que estuvo ayer
interrumpida durante buena parte de la jornada, quedó a las nueve y
media de la noche abierta para vehículos con cadenas. Allí se mantiene,
eso sí, la advertencia por el riesgo de que los aludes reprodujeran
incidentes como el de anteayer, cuando dos avalanchas de nieve dejaron a
veinte personas atrapadas en sus vehículos mientras circulaban por la
carretera AS-253 y quince de ellas tuvieran que ser rescatadas en
helicóptero. En la vertiente leonesa del puerto, la Guardia Civil
localizó en la madrugada de ayer, sanos y salvos, a dos operarios de una
empresa de telefonía móvil que se desorientaron entre la niebla y la
ventisca mientras realizaban trabajos de mantenimiento a bordo de una
moto de nieve.
Las secuelas del temporal justifican además una
advertencia específica de la Agencia Estatal de Meteorología por «riesgo
fuerte» de aludes en los tres macizos de los Picos de Europa por encima
de los mil metros. Como la cota de nieve ascenderá hasta los 1.600
metros y se prevén lluvias débiles por debajo de ese nivel, el agua
incrementa el peligro de avalanchas. Meteorología pide especial atención
a la carretera de Tielve a Sotres, en Cabrales, y a la Ruta del Cares, y
los servicios de emergencia advierten de que en estas circunstancias
resulta particularmente peligroso realizar recorridos a pie por la alta
montaña, así como practicar deportes invernales como el esquí de
travesía o la escalada en hielo. Por lo demás, el pronóstico prevé que a
medida que transcurra el día se vayan abriendo claros, que vendrán
acompañados por un ascenso moderado de las temperaturas.
El estado de las carreteras
Tres
puestos de montaña permanecen cortados al tráfico rodado en el
Princiapado de Asturias como conseuencia de la nieve caída los últimos
días. Se trata de los puertos de Connio (Cangas del Narcea), Tarna
(caso) y Bustellán, según información del 112-Asturias recogida por
Europa Press.
Además, hay otros ocho puertos en los que se
necesita el uso de cadenas. Se trata de los puertos de Collada de
Arnicio (Caso), Cerredo (Degaña), El Fito (Parres), Cordal (Riosa) y La
Espina (Tineo).
Completan la lista los puertos de Pontigo (Tineo) y
San Isidro (Aller). En este último punto la Guardia Civil de Tráfico y
el Servicio de Conservación de la Dirección General de Infraestructuras
del Principado de Asturias recordaba este martes a todos los usuarios
que la carretera AS-253 del Puerto de San Isidro estaba cerrada al
tráfico por riesgo de aludes.