Más de 100 personas han muerto
desde que comenzó en julio del año pasado un brote de hepatitis E
en Sudán del Sur y la ONU está ayudando al país más joven del mundo
en sus esfuerzos por tomar medidas de emergencia para frenar el
contagio, incluyendo la instalación de letrinas y la distribución
de jabón, informó hoy un vocero de la ONU.
"La Oficina del Alto Comisionado de
la ONU para los Refugiados (Acnur) informa que está viendo un gran
número de casos de hepatitis E en los campamentos para refugiados
cercanos a la frontera con Sudán", dijo en la conferencia de prensa
cotidiana el vocero de la ONU, Martin Nesirky.
La enfermedad ha conducido a más de
100 fallecimientos desde julio del año pasado, de acuerdo con las
cifras de Acnur, del gobierno sursudanés y de la Organización
Mundial de la Salud (OMS).
Citando información del coordinador
humanitario de la ONU para Sudán del Sur, Nesirky dijo que "cerca
de 60 millones de dólares fueron destinados hoy a proporcionar de
inmediato alimentos, información de salud y educativa, agua y otros
elementos asistenciales para cerca de 1,5 millones de personas y
para colocar en su sitio reservas de emergencia antes del inicio de
la temporada de lluvias".
"Las organizaciones asistenciales
no pudieron llegar a todos los necesitados durante la temporada de
lluvias del año pasado que hizo que gran parte del país se volviera
inaccesible", dijo Nesirky.
El virus de la hepatitis E se
propaga a través del consumo de alimentos y agua contaminados y
daña el hígado.