viernes, 1 de febrero de 2013

ARGAYOS CERCAN LUARCA, ASTURIAS

Hoy por hoy es imposible acceder por carretera a la villa de Luarca, capital del concejo de Valdés, sin encontrarse con problemas en el pavimento de las carreteras o con argayos. La carretera nacional 634 tiene dos desprendimientos de tierra. Es competencia del Ministerio de Fomento. En sentido Luarca desde Almuña hay un argayo de notables dimensiones (el origen son las continuas lluvias que se registraron estas últimas semanas) que ha obligado a dejar inoperativo un carril. Se ha instalado un semáforo que regula el paso de los vehículos.
 En la misma carretera N-634, saliendo hacia (cerca de Vistalegre), la situación es similar. En este caso, el argayo tiene ya dos años y medio y se produjo en junio de 2010, tras un intenso temporal de lluvias. Se ha limpiado la carretera, pero como medida de precaución el carril de circulación lenta (afectado por el desprendimiento) permanece cerrado al tráfico e inutilizado. Lleva así más de dos años.
 Esos son los accesos principales a la villa, Pero hay otros tres. En la AS-219, en sentido Navelgas y Pola de Allande, también hay problemas. El pasado miércoles, otro argayo cortó el paso. En este caso, la carretera es de titularidad autonómica. Ayer, operarios de la Dirección General de Infraestructuras trabajaron en la limpieza y adecuación de la zona donde tuvo lugar el argayo. El fin: evitar que se vuelva a producir y restablecer el tráfico. El segundo objetivo se pretendía lograr ayer a última hora de la tarde. Lo que no está claro es que se puedan evitar nuevos desprendimientos. Los propios operarios lo explicaron: «El problema principal es que sin una escollera seguirá cayendo». La altura de los eucaliptos hace que, con lluvia y viento, el movimiento de las raíces sea más fácil y éstas, a su vez, trasladen las piedras. La tierra es muy blanda, advierten los operarios.

En la travesía de La Peña, que lleva de Luarca a San Martín, también se tuvo que lamentar un desprendimiento hace dos años, en este caso por derrumbarse un muro de contención de una propiedad privada, según dijo entonces el gobierno local. El origen podría ser un bolsa de agua.
La carretera que comunica la capital valdesana con la parroquia de La Montaña (AS-236) también tiene problemas. No hay argayos, pero sí socavones en la calzada tras las lluvias de mediados de enero. Al parecer el agua se desbordó de las canalizaciones existentes y afectó a la estructura de la vía.
En la carretera del Faro de Luarca, ahora ya señalizada, tampoco van bien las cosas. Es la única de titularidad municipal, según el concejal de Obras, Balbino Suárez. Hace tres semanas, el Ayuntamiento tapó varios baches, origen de quejas vecinales.
Suárez se mostró ayer «casi desbordado» por la numerosos casos que afectan a las carreteras que dan acceso a la capital de Valdés. Otro frente es la red de caminos rurales, «también con necesidades» y algunos «muy abandonados». El gobierno ha invertido parte de una partida del Principado en la mejora de los caminos rurales. Aún así, cree que las dotaciones para el mantenimiento y mejora de estas infraestructuras «son insuficientes».
EA2CPG