Los servicios de emergencias del 112 han activado a las 12.00 horas de este sábado la alerta amarilla por fuertes vientos en Cantabria,
donde las rachas máximas podrían alcanzar los 80 kilómetros por hora
como consecuencia del paso por la comunidad de 'Gong', nombre con el que
se ha denominado a la ciclogénesis explosiva
que ya está en marcha. Estos vientos podrían ser más fuertes en
Liébana, el centro de la región y el valle de Villaverde, donde puden
alcanzar los 95 kilómetros hora, y que convertirán la jornada de este
sábado en un día de perros pues trae nieve, viento fuerte y, sobre todo,
mucha lluvia. Se ha activado la alerta amarilla por nevadas en el
centro de la comunidad, Liébana y el valle de Villaverde.
Las lluvias han ocasionado que varios ríos de la región
se encuentren también en alerta por peligro de desbordamiento y la nieve
caída en Campoo ha detenido el tráfico de la autovía A-67, a la altura
del puerto de Pozazal, donde es necesario el uso de cadenas.
El Servicio de Protección Civil del Gobierno de Cantabria
ha atendido una veintena de "pequeñas" incidencias a lo largo de este
sábado, relacionadas en su mayor parte con la lluvia.
Así, se han registrado pequeñas inundaciones en garajes y
locales de diversos municipios, así como también argayos y algún
desprendimiento pero sin importancia, han informado fuentes del
Ejecutivo.
Se trata de incidencias "menores" y, además, no hay avisos por posible desbordamiento de ríos.
Pozazal
La nieve caída en la comarca de Campoo ha detenido el
tráfico de la autovía A-67, a la altura del puerto de Pozazal. "He
pasado un miedo tremendo", ha explicado una mujer que viajaba con su
familia desde Madrid a Santander. "Llevábamos un tiempo siguiendo las
rodaduras de los camiones hasta que ha llegado un momento en que hemos
tenido que parar porque nos hemos encontrado un grupo de coches
atascados". Después de varios minutos parados, ha llegado una máquina
quitanieves que después de abrir el tráfico también se ha visto obligada
a parar. "No sabemos lo que ocurre, si están echando sal o si hay algún
coche cruzado en la carretera que no deja pasar la quitanieves", ha
señalado la mujer. De momento no se han registrado accidentes en la
zona, aunque la Guardia Civil acaba de informar a este periódico que
empieza a hacerse imprescindible el uso de cadenas.
Según
informa la Dirección General de Tráfico (DGT), las precipitaciones
condicionan la circulación en la A-8 desde el kilómetro 240, en Cabezón
de la Sal, al 270, en Pesués (Val de San Vicente), y en la A-67 a la
altura de Mompía (Bezana), y hay dificultades en Pozazal por la nieve.
De hecho, se ha prohibido que transiten los camiones articulados y los autobuses, y se necesitan cadenas.
La
DGT indica que se ha cortado un carril en Castro (Cillorigo de
Liébana), en la N-621 en el kilómetro 152, por obstáculos en la vía, y
también en la A-67 en Somahoz (Los Corrales), en el kilómetro 169 hacia
Palencia.
Alto Campoo, cerrado
La fuerte ventisca que se ha levantado en Reinosa, con
rachas de viento de hasta 97 kilómetros por hora, ha obligado a cerrar
la estación de esquí de Alto Campoo. El tiempo ha ido empeorando a lo
largo de la jornada y los responsables de la estación han decidido
cerrar la estación “debido a las adversas condiciones meteorológicas de
fuerte viento y visibilidad reducida”. La estación de esquí había
reabierto sus puertas el miércoles pasado tras permanecer cerrada desde
el 24 de diciembre, primero por la condiciones meteorológicas adversas y
después por falta de nieve.
Torrelavega
El temporal de viento y lluvia ha llegado a Torrelavega
en torno a las cinco de la tarde. Los bomberos han tenido que hacer
hasta el momento doce intervenciones, ninguna de ellas de gravedad. Los
casos más comunes han sido los desprendimientos de tejas y la retirada
de contenedores arrastrados por el viento, que ha alcanzado velocidades
máximas de 55 kilómetros por hora.
Los Corrales de Buelna
Lo peor de la tormenta ha pasado entre las cinco y las
seis de la tarde. La ciclogénesis se hizo notar en Los Corrales de
Buelna y la comarca central, con inundaciones en calles y garajes, y
ríos rozando sus niveles máximos, con algún que otro desbordamiento,
caso del río Muriago en la zona norte de Los Corrales de Buelna y en
Barros, o el río Cieza a su paso por el valle, además de pequeños
arroyos que han saturado los campos. Los vecinos ya han dado aviso al
112, aunque los cuerpos de Protección Civil están saturados. Lo mismo
que los agentes de la Policía Local.
En Cieza mucha precaución en la carretera de acceso al
valle desde la Nacional 611. El agua baja fuertemente en forma de
cascada.
En la urbanización el Cohiño en Barros han vuelto a
sufrir graves inundaciones, con el garaje subterráneo completamente
lleno de agua.
La alcaldesa de Los Corrales de Buelna, Mercedes Toribio
Ruiz (PP), está dirigiendo las operaciones del personal municipal en la
urbanización Santa Margarita, la que peores condiciones presenta en la
localidad.
Protección Civil está recibiendo apoyos de otras agrupaciones de Cantabria.
En la zona de La Cuesta también se han producido muchos problemas por desprendimientos de tierra.
El río Deva se desborda por Potes
Las lluvias caídas durante estos días y el desnieve producido en las
altas cumbres, principalmente, en los Picos de Europa, han sido el
condicionante principal para que el río Deva a su paso por la villa de
Potes, se haya desbordado y ocupado una buena parte del paseo fluvial.
El nivel del río ha subido fuertemente, y donde más se
aprecia es a partir de la unión de los ríos Deva y Quiviesa, debajo de
la Torre del Infantado.
Ambos ríos bajan con mucho caudal y con una gran fuerza,
lo que ha servido para que se inunde el paseo del río, en la zona que va
desde el cruce de los dos ríos hasta debajo del puente de acceso a los
centros educativos de la villa.
Igualmente, debajo del puente medieval de San Cayetano, hay zonas inundadas del paseo.
A las 22,00 horas de anoche, el nivel del río Deva había
subido 25 centímetros, y a última hora de la tarde se encontraba a 1,50
metros por encima de su nivel normal.
Durante toda la tarde ha llovido con insistencia en
Liébana, lo que está haciendo que de nuevo vuelva a aumentar el caudal
del río.
El Deva, baja con mucha fuerza por el Desfiladero de la
Hermida, y se han producido cascadas de agua en diversos puntos del
trazado de la N-621, por lo que se recomienda mucha precaución, a todos
los conductores que con sus vehículos atraviesen dicha carretera.
Val de San Vicente
En la localdidad de Unquera (Val de San Vicente) se
registraron inundaciones, afectando principalmente a los garajes y a los
locales comerciales de la calle Pérez Galdos. Algunos sótanos
acumulaban un metro de agua. El causante de las inundaciones fue el
arroyo que baja de la Sierra de Prío, que se desbordó en esa calle en la
confluencia con la de Río Deva.
Santander
Los Bomberos de Santander han atendido esta jornada una
docena de servicios, relacionados también con el viento y la lluvia,
como la retirada o sujeción de persianas, uralitas, andamios, puertas de
garaje o incidencias en tejados, en la ciudad y alrededores de la
capital.
Otros incidentes
En torno a las 15.00 horas el servicio de emergencias del 112 avisa de la presencia de un árbol caído en la calzada que corta la circulación en el Valle de Villaverde, en el punto kilométrico 2 de la CA-153. En Luena, el 112 avisa de un argayo en el kilómetro 10.5 de la CA-633.
En Val de San Vicente, efectivos del 112 han tenido que intervenir en la localidad de Pechón por la inundacion de varios patios de vivienda como consecuencia del atasco de una arqueta.
El alcalde de Cartes, Bernardo Berrio, informó de las inundaciones en Mercadal yun argayo en Yermo, donde se envió inmediatamente la pala del Ayuntamiento para solventar el problema. También un corte de luz en Cohicillos y el resto de pueblos altos por la caída de una rama en el tendido eléctrico.
La ciclogénesis
Este fenómeno meteorológico se traducirá en rachas que
pueden alcanzar los 90 kilómetros por hora, nieve incluso por debajo de
los 700 metros y precipitaciones de lluvia hasta 60 litros por metro
cuadrado en algunas zonas. Un día de sofá, manta y calefacción para
quien pueda, pero también de preocupación y alerta para muchos otros a
cuenta de la crecida con la que bajan los ríos y el riesgo de que se desborden.
Son ocho los ríos (Deva, Nansa, Gandarillas, Saja, Pas, Miera, Asón y
Agüera) a los que tanto la Confederación Hidrográfica del Cantábrico
(CHC) como Protección Civil prestan especial atención.
Hasta ayer todos ellos fluían valle abajo y desaguaban
dentro de los límites considerados como normales. Pero existe el temor
de que alguno de ellos acabe por rebosar en algún punto ante el gran
caudal que puede llegar a transportar en estas próximas horas.
Y es que Aemet pronostica que hoy pueden caer en la
región precipitaciones de hasta 60 litros por metro cuadrado. Se trata
de una cantidad más que apreciable que si se suman a los 30 litros de
media que cayeron ayer, sin olvidar lo que ha ido acumulándose estos
últimos días en muchos observatorios (210 litros por metro cuadrado en
Soba/alto Miera; 196 litros en Santibáñez, unos 180 en Villacarriedo,
140 en Fuente Dé, etc.) el resultado es que la tierra está a reventar de
agua. El suelo ya no admite más, y hace que fluya rápido hacia los
cursos de agua con el peligro de saturarlos y hacerlos desbordar.
El momento de mayor peligro en los cauces puede estar a
partir de mediodía y hasta las seis de tarde, según las previsiones de
la CHC, sin contar con la impredecible variable que provoque la
ciclogénesis. Y donde prevé más cantidades de lluvia será en los
sistemas del Deva, Nansa y Saja. Protección Civil de Cantabria no
descarta que alguno de los ríos pueda alcanzar o superar hoy el umbral
de prealerta. Ayer ya realizó labores preventivas del control y
vigilancia de los cauces en La Cavada (Miera) y Unquera y Molleda
(Deva).
También algunos ayuntamientos por los que fluyen aquellos
ríos se hallan «prevenidos y preocupadas», como señalaba Miguel García,
alcalde de Reocín. A su paso por Caranceja el Saja suele causar
problemas de crecidas y el regidor tiene a la gente «preparada y ojo
avizor pendientes del río». Otro tanto sucede, por ejemplo, en Val de
San Vicente; su alcalde Miguel Angel González ha pedido a sus efectivos,
y en contacto con las juntas vecinales, que extremen la vigilancia en
Molledo y Muñorrodero, localidades donde Deva y Nansa pueden causar
problemas.
Prevención que, como marca el protocolo, Protección Civil
ha hecho llegar a los seis parques de Emergencias aunque la situación
actual no ha hecho necesario activar el protocolo de inundaciones.
Sí se han activado otras alertas amarillas en la región.
Una de ellas por nieve en Campoo y Liébana, pues Aemet espera que la
cota baje por la tarde hasta los 500/700 metros y se acumulen hasta 10
centímetros de nieve. La otra alerta lo será por fuertes vientos en las
comarcas centrales y en Valle de Villaverde.
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