En el último informe publicado doce días después de la llegada de 'Pablo', el NDRRMC eleva a 1.020 el número de muertos y a 844 los desaparecidos, mientras que mantiene la cifra de heridos en 2.662.
El NDRRMC ha contabilizado 6,2 millones de personas afectadas por el tifón 'Pablo'. Solo 27.800 personas se encuentran realojadas en centros de evacuación con techo, si bien casi 960.000 han sido acogidas en campos de desplazados instalados a la intemperie. Sin embargo, menos de la mitad de las 411.600 familias afectadas han recibido ayuda humanitaria.
La factura por los daños acarreados por 'Pablo' tras su paso de tres días por Filipinas tampoco dejan de aumentar. Su coste asciende a 23.161 millones de pesos filipinos (428 millones de euros), principalmente por la pérdida de las cosechas y otros daños causados al sector agrónomo.
AYUDA HUMANITARIA
Así pues, seis provincias permanecen bajo el estado de calamidad, donde prosiguen las labores de evaluación, reconstrucción y rescate en las que 3.000 efectivos están implicados, según el NDRRMC.
Las autoridades filipinas continúan enviando tiendas de campaña a las zonas menos asistidas, además de paquetes de comida envasada, ropa de abrigo y medicamentos.
A la ayuda de las ONG y organismos internacionales como el Programa Mundial de Alimentos, se han sumado gobiernos como los de Australia y Nueva Zelanda y donantes privados.
'Pablo' aterrizó el 4 de diciembre en la ciudad de Baganga, ubicada en Davao Oriental, con vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora y ráfagas de 210 kilómetros por hora y recorrió la costa meridional de Mindanao.
Filipinas recibe cada año cerca de 20 tifones, que suelen causar a su paso muerte y destrucción. Hace exactamente un año, el tifón 'Washi' causó la muerte de 1.500 personas en Mindanao.
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