Más de cien mil personas han tenido que ser desalojadas, dejando atrás casas y pueblos y buscando zonas más seguras. Los deslizamientos de tierra han engullido casas y tierras de cultivo, y provocando pérdidas económicas que se estiman ya casi 24 millones de dólares.
Por otra parte los pronósticos no son muy esperanzadores ya que, según se prevee, las fuertes lluvias continuarán durante los próximos días.
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