El fuerte temporal de lluvia azotó ayer las provincias de Tarragona, Barcelona y Girona, y obligó a la dirección general de Protección Civil a elevar el Plan Inuncat a la fase alerta. El aguacero golpeó con fuerza la zona tarraconense, donde se registraron diversos incidentes, aunque ninguno grave. A mediodía Barcelona fue la zona más catigada, mientras que por la tarde el temporal se desplazó hacia Girona.
En algunos puntos de Tarragona, como L’Espluga de Francolí y Prades, cayeron más de 100 litros de agua por metro cuadrado en una hora. La lluvia provocó el corte de calles e inundaciones en algunas carreteras. En Salou se volvió a desbordar la riera de Barenys por tercera vez en menos de un mes, lo que puede conllevar nuevas críticas de los vecinos, irritados desde hace tiempo con la «lentitud» del Ayuntamiento en las tareas de limpieza.
Sin embargo, en esta ocasión no hubo bajos inundados ni vehículos arrastrados, porque las aguas se desbordaron a unos 300 metros de la zona, cerca de la playa de Ponent.
En Tarragona los Bomberos de la Generalitat tuvieron que desalojar a los 70 alumnos del colegio Ponent y a los profesores, debido a que el centro quedó inundado. Otra incidencia destacada ocurrió en Sant Carles de la Ràpita. Los Bomberos tuvieron que achicar agua de diversos bajos y subterráneos y la lluvia arrastró una decena de vehículos y parte de la terraza de un bar del paseo Marítimo.
Por su parte, la línea C4 de Renfe, que conecta Sant Vicenç de Calders y Manresa, registró retrasos de media hora en ambos sentidos de la vía por desperfectos causados por la lluvia.
En Barcelona, la parada de la línea 4 de metro de paseo de Gràcia pudo ser reabierta a las 17.00 horas, tras hora y media inutilizada por las intensas lluvias caídas. El agua acumulada en la estación obligó a cerrarla a las 14.31 horas, de manera que los trenes de la línea 4 que cubren ese trazado pasaron de largo sin detenerse en la parada. La lluvia no provocó otros incidentes destacables en Barcelona.
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