Kenneth ganó suficiente fuerza el lunes como para volverse un huracán, algo raro para esta época del año en el este del Pacífico, pero no representa una amenaza para las costas del noroeste de México.
El vértice del meteoro se ubicaba a mil 135 kilómetros (705 millas) al sur de la península de Baja California, México, de cuyas costas se estaba alejando. Kenneth podría seguir ganando fuerza el martes.
Kenneth tenía vientos máximos sostenidos de 130 kph (80 mph), de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami. El fenómeno se desplazaba hacia el oeste-noroeste a 22 kph (14 mph).
De acuerdo con las proyecciones, Kenneth se alejará totalmente de las costas. No se emitieron alertas ni advertencias para los habitantes del litoral.
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