A los bebés y niños pequeños atendidos en las salas de emergencia por fiebre inexplicable, no se les hacen test diagnósticos para determinar la causa del aumento de la temperatura y los médicos les recetan antibióticos sin confirmar si se trata de una infección bacteriana, indica un estudio realizado en Estados Unidos.
Esto puede llevar al uso excesivo de los antibióticos y la consecuente resistencia de las bacterias a los fármacos.
Los bebés y los niños menores de 3 años desarrollan fiebre sin un motivo obvio y se estima que es la causa de hasta un cuarto de las consultas pediátricas en salas de emergencia.'
En los bebés, se considera que la fiebre es un signo de una infección bacteriana que puede ser peligrosa.
Pero los médicos todavía debaten cómo manejar mejor este tipo de fiebres entre los 3 meses y los 3 años de edad, según dijo el doctor Alan E. Simon, investigador del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de Estados Unidos.
El equipo de Simon analizó los registros del período 2006-2008 de una muestra nacional de servicios de emergencia y halló que en el 59 por ciento de las consultas de niños de entre 3 meses y 3 años sin una causa obvia, los médicos no solicitaron test diagnósticos.
Aun en las niñas con más de 39 grados Celsius de temperatura, un síntoma potencial de infección urinaria, sólo se realizaron análisis de orina en el 40 por ciento de los casos.
En general, los análisis de orina se utilizaron en un 17 por ciento de los casos y los de sangre, en el 20 por ciento.
La Academia Estadounidense de Pediatría, por ejemplo, recomendaba la realización del análisis de orina a todos los niños de entre 2 meses y 2 años con fiebre sin causa obvia. Pero las guías actualizadas este año permiten decidirlo caso por caso.
En tanto, algunos expertos aconsejan hacerles análisis de orina a las niñas o a los varones sin circuncidar menores de 2 años, o a los varones circuncidados menores de 6 meses, con fiebre sin causa conocida. Esto es porque tienen alto riesgo de tener una infección urinaria.
El equipo halló también que los médicos de salas de emergencia recetaban antibióticos en un cuarto de los casos, incluido un 20 por ciento al que no se le realizó un test diagnóstico para confirmar la infección por bacterias.
Estos resultados, según comentó el autor, coincide con los de estudios previos sobre el uso excesivo de antibióticos para tratar resfríos causados por virus, no por bacterias. Pero aclaró que en el nuevo estudio se desconoce en cuántos casos los antibióticos eran innecesarios.
Los autores sí determinaron que los médicos de los servicios de emergencia de las zonas con mejores ingresos eran más propensos a solicitar los test diagnósticos que los colegas de zonas más pobres.
"Ignoramos la causa", dijo Simon. Podrían influir factores asociados con los hospitales, los pacientes o las familias.
Para el autor, lo más importante sería saber si más o menos análisis mejorarían la atención de los niños. "Aún no sabemos si modificar la práctica daría mejores resultados", finalizó Simon.
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