Lluvias torrenciales azotaron de nuevo el viernes a Génova y la costa oeste italiana, desatando inundaciones repentinas que dejaron al menos seis muertos mientras el agua desarraigó árboles y arrastró automóviles y numerosos objetos por las calles.
Los vuelos fueron cancelados o retrasados y el partido de fútbol entre el Genoa y el Inter de Milán fue pospuesto, dado que el vecindario de Marassi, alrededor del estadio, ha sido de los más afectados en la ciudad.
Luca Cari, portavoz del departamento de bomberos de la ciudad, le dijo al medio de comunicación italiano Sky TG24 que se había confirmado la muerte de seis personas y la desaparición de otra. Dos de las personas reportadas muertas eran niños.
Dado que dos ríos se desbordaron, las autoridades pidieron a los residente moverse a los pisos superiores de sus edificios y advirtieron que lo peor todavía estaría por venir, ya que se esperan más lluvias al menos durante el sábado.
"¡Dios, es un desastre, es un desastre!", gritaba una mujer cuyo vídeo, transmitido en la televisora estatal RAI, mostraba imágenes de botes de basura, motocicletas y automóviles que eran barridos por la corriente en las calles de la ciudad. "¡Dios, es una persona!", dijo la mujer apuntando a un aparente cuerpo flotando en el río de lodo.
Al menos 10 personas murieron en inundaciones que barrieron costa cerca de Génova el 28 de octubre. Las Cinque Terre, que son cinco pequeños pueblos asentados entre los riscos junto al océano y que constituyen una importante atracción turística de la zona, han estado bajo el lodo desde entonces.
Buena parte del norte de Italia ha sido golpeado con fuertes lluvias el viernes, y se han reportado inundaciones también en Venecia.
En una señal de la seriedad del problema, el primer ministro Silvio Berlusconi le dio más libertad al jefe de Protección Civil del país para tomar las medidas necesarias a fin de ayudar a los damnificados.
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