El fuego se ha convertido en el segundo más grande jamás visto en Arizona, y está amenazando el suministro de electricidad de Texas y Nuevo México.
El fuego, que durante la noche del miércoles se informó había cubierto 607 millas cuadradas, se espera que alcance las líneas de energía por la mañana del viernes. Se teme que si las líneas son dañadas, cientos de miles de personas en Nuevo México y Texas enfrentarían apagones.
Para la primera parte de esta semana el viento han hecho que los bomberos no puedan contener las llamas. Sin embargo, se espera que las previsiones meteorológicas del jueves se cumplan y los vientos se detengan, lo que les permitiría frenar la propagación del fuego.
Según AP, oficial de información sobre el incendio Jim Whittington, dijo en conferencia de prensa la noche del miércoles en una parada de descanso en el borde de Springerville: "No canten victoria sólo porque no tenemos una advertencia roja de bandera. Vientos de diez a 15 mph son suficientes para impulsar el fuego, especialmente a través de la hierba, así que vamos a tener que tener mucho cuidado."
Los últimos dos días han sido utilizados por los escuadrones de bomberos para tratar de crear una línea que podría defender las ciudades de mayor riesgo. Excavadoras y equipos de mano han sido utilizadas para limpiar la vegetación, y hasta el miércoles por la noche la línea no había sido rota.
Más de una docena de helicópteros han sido utilizados para combatir las llamas, y más ayuda se estaba preparando el jueves, se espera que llegue un super camión cisterna 747 a la escena.
Con sede en Texas, la compañía eléctrica El Paso Electric ha emitido advertencias de posibles interrupciones de energía en el sur de Nuevo México y oeste de Texas. Se teme que dos líneas de alta tensión que llevan electricidad desde el oeste en la estación de Generación Nuclear Palo Verde de Phoenix a los dos estados estén en riesgo. Si el fuego daña estas líneas se estima que alrededor del 40% de la energía ofrecida por la compañía se perdería, lo que podría causar apagones de hasta 372.000 clientes.
El fuego comenzó el 29 de mayo como un pequeño incendio, pero comenzó a crecer el miércoles pasado. Para el domingo ya habían quemado 144 mil hectáreas y el martes cerca de 400.000 hectáreas.
Aunque todavía sin confirmar, los bomberos creen que el incendio forestal fue causado por un fuego de campamento sin vigilancia.
"Estoy tratando de proteger mis cosas lo mejor que pueda", dijo Wayne Lutz, residente de Eagar, a Reuters. "Pero si el momento lo requiere, puedo estar fuera de aquí en 10 minutos. La casa está asegurada. Mi vida no lo está."
Mientras tanto, un hombre de 66 años de edad, Jeanne Udall dijo: "No hay nada que podamos hacer. Está fuera de nuestro control y en las manos del Señor."
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