En las dos placas desprendidas había gente pescando en el
hielo y familias pasando el día, según el ministro de Defensa de Letonia, Artis
Pabriks, que ha participado en la coordinación de las tareas de rescate.
Inicialmente las autoridades letonas habían anunciado que en las placas se
encontraban más de 500 personas; sin embargo, la cifra final está alrededor de
200.
La operación de rescate se ha prolongado varias horas. En
los trabajos han participado buques de la Marina y helicópteros y también ha
asistido la Guardia Fronteriza y militar, que ha trabajado en un plan para
transportar a la gente a la costa.
Las placas se desprendieron con una diferencia de pocos
minutos. La situación se complicó por el viento que soplaba desde la costa y
que hacía que el hielo se desplazase hacia el golfo de Riga.