El cambio se remonta a la crisis del petróleo de 1974 y algunos países tomaron esta medida para ahorrar luz y electricidad.
Los ciudadanos de la Unión Europea (UE) pasarán al horario
de verano el próximo domingo 31, como todos los últimos domingos de
marzo, según lo establecido en una directiva de 2001 y con el objetivo
de ahorrar energía optimizando al máximo la iluminación solar. En la
noche del sábado al domingo, los europeos dormirán una hora menos, ya
que a las 02.00 horas de la madrugada en España, se adelantarán los
relojes y serán las 03.00.
La Comisión Europea decidió armonizar la fecha de inicio
del cambio al horario de verano -que en un principio cada país decidía
entre marzo y abril- para evitar desajustes como, por ejemplo, el que
afectaba a los horarios de los trenes que cruzaban Europa. El cambio de
horario se empezó a generalizar a partir de 1974, cuando se produjo la
primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus
relojes para aprovechar mejor la luz del sol y ahorrar así electricidad.
Se calcula que con el cambio de hora , el ahorro en
iluminación en los hogares españoles será de unos 300 millones de euros,
(6 euros por hogar y 210 correspondientes a edificios e industria),
según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la
Energía (IDAE). Son cálculos de este organismo son meramente
orientativos pues el IDAE no los ha puesto al día en los últimos años y
además no se tienen en cuenta variables como los sucesivos aumentos en
las tarifas de la luz.
La medida del cambio de hora tiene sus detractores, que
alegan que genera efectos perjudiciales sobre la salud humana y animal,
ligados a la secreción de melatonina, una proteína que regula el sueño.
Sin embargo, Bruselas presentó en 2007 un informe para revisar la
repercusión del cambio horario en diferentes ámbitos, que reveló efectos
positivos de la medida en áreas como la agricultura o la hostelería y
ciertos ahorros energéticos.
Con el cambio del domingo, tres Estados miembros (Reino
Unido, Irlanda y Portugal) se colocarán a una hora de diferencia del
horario GMT, mientras que España, Austria, Bélgica, la República Checa,
Dinamarca, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo, Malta,
Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia y Holanda situarán sus relojes a
GMT+2. Por su parte, Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia,
Letonia, Lituania y Rumanía adelantarán la hora a GMT+3.