El temporal que durante dos días ha sacudido el Archipiélago se aleja
ya hacia la Península dejando tras de sí la muerte ayer de una
senderista alemana a la que cayó una piedra en la cabeza, en La Gomera.
También deja infinidad de incidencias y problemas en las comunicaciones
aéreas y marítimas.
El fallecimiento ayer de una senderista alemana de 26 años a la que le
cayó una piedra encima en Valle Gran Rey, en La Gomera, por efecto del
fuerte viento y la lluvia mientras transitaba por la pista que une del
muelle de Las Vueltas y el barrio de Argaga, en Vallehermoso, ha sido el
triste broche al temporal que durante dos días ha afectado a las islas y
que hoy se prevé que ya abandone Canarias.
La muerte de la mujer, que fue trasladada aún con vida al Hospital
Universitario de Canaria se produjo apenas unas horas después de que el
Gobierno de Canarias rebajara ayer tarde la emergencia por vientos en
Gran Canaria, Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro a alerta y
decretara la prealerta por lluvia y por viento en el resto del
archipiélago. Las islas de La Palma, La Gomera y el Hierro también están
en situación de alerta por el oleaje. A media tarde de ayer, la Agencia
Estatal de Meteorología rebajaba igualmente el aviso por vientos de
rojo a naranja en las cumbres de Gran Canaria y la provincia occidental.
Ante la nueva previsión meteorológica, el Gobierno de Canarias decidió
ayer que hoy se reanuden las clases en todos los centros escolares del
archipiélago, a excepción del IES de La Oliva, en Fuerteventura, donde
el viento afectó de manera importante a su estructura.
El temporal de viento, lluvia y oleaje ha sumado infinidad de
incidencias que no han revestido mayor importancia como cortes en varias
carreteras por el desprendimientos de piedras; cortes eléctricos de
horas en distintos puntos; desbordamiento de barrancos; árboles,
planchas, invernaderos y vallas arrancados y muros caídos.
El viento y el fuerte oleaje ha han mantenido prácticamente
incomunicadas durante dos días a las islas de La Palma, La Gomera y el
Hierro por aire y por mar.
El temporal ha traído además una nueva tempestad política protagonizada
por el presidente del Cabildo grancanario, José Miguel Bravo de Laguna,
que desdeñaba la declaración de emergencia del Gobierno.