El Tenientes (A) Cristian Andrés Padilla Bravo (28) ex alumno del liceo San Felipe Benicio, se habría desvanecido mientras participaba de un vuelo de entrenamiento en el aeródromo de la Base El Bosque, tras lo cual el monoplano se precipitó a tierra.
Profunda tristeza y desazón generó la noticia sobre la caída de un avión del Grupo Halcones de la FACH, el cual era pilotado por el Teniente (A) Cristian Andrés Padilla Bravo (28) oriundo de Coyhaique, quien perdió la vida mientras participaba de un vuelo de entrenamiento en el aeródromo de la Base El Bosque, en la región Metropolitana.
El accidente se registró a las 14:26 horas y según los antecedentes del hecho, el piloto sufrió un desmayo al momento de realizar las piruetas en el aire, tras lo cual perdió el control del avión precipitándose a tierra.
El Teniente Cristian Padilla, volaba un avión "Extra 300E" y poseía 10 años de servicio en la institución, con más de dos en la Escuadrilla de Alta Acrobacia.
Hasta el lugar del accidente se trasladó el fiscal de Aviación, Sergio Sepúlveda a fin de determinar las causas del accidente, procedimiento al cual concurrió Carabineros y la Policía de Investigaciones.
"Está recién comenzado la investigación, trabajando en conjunto con la PDI y pidiendo los exámenes de rigor al Servicio Médico Legal", expresó Sepúlveda tras efectuar una observación del lugar del accidente, según consignó el diario La Tercera.
Un alumno muy sociable
Cristian Padilla es hijo de Luis Padilla, un funcionario de la Dirección de Aeronáutica Civil en Balmaceda, quien se convirtió en su inspiración para fijar su vista en el cielo.
La noticia igualmente impactó a la comunidad del Liceo San Felipe donde cursó su enseñanza media, destacando en el ámbito deportivo, junto con ser un alumno muy sociables y de muchos amigos.
"Estudió en el Liceo San Felipe Benicio entre los años 1995 y 2000, destacándose por su compañerismo e integración a las actividades extraescolares del liceo, demostrando sus claras aptitudes e intereses en el ámbito deportivo. Mientras permaneció en el liceo, participó entusiasta-mente en el grupo scout del grupo San Felipe Benicio, donde destacó por su gran compromiso y responsabilidad, lo que le permitió representar a la región en el jamboree mundial que se realizó en Chile a fines de 1998", según consigan un documento pronunciado por una funcionaria del establecimiento.
Con la mirada en el cielo
Tras concluir la enseñanza media, su paso siguiente fue ingresar a la Escuela de Aviación en Santiago, desde donde -cuatro años más tarde- salió como piloto de guerra con cursos en Puerto Montt e Iquique.
Una vez que se graduó comenzó como piloto de transporte y pronto pasó a ser parte de uno de los seis halcones que conforman el grupo elite de acrobacia de la Fuerza Aérea de Chile.
"Siempre me preguntan por qué opté por ser piloto de transporte, por qué ingresé a la Fuerza Aérea. Y siempre les cuento que me crié en Coyhaique, con los terremotos blancos, las grandes nevadas, donde quedaban lugares muy aislados y yo veía a los aviones Twin Otter del Grupo 5 de Puerto Montt, lanzando fardos de pasto para el ganado y ayuda para la gente", dijo en una entrevista concedida a El Patagón Domingo.
Al ser consultado sobre qué significa en lo personal el volar en Coyhaique con el Grupo Halcones con motivo de una presentación que se realizaría en el mes de enero de 2011 y que debió ser suspendida por razones climáticas, señaló que "hace 6 años que no voy a Coyhaique, y la última vez que estuve, fue por 2 días para ver a mi familia, o ellos vienen a Santiago para vernos.
Pero estar allá, es algo bastante especial, sobre todo volando, que es parte de tu pega, es demostrarle más que nada a tu familia y decirle que aquí está todo el esfuerzo y el fruto de todo su trabajo, y está reflejado en esto y que mejor que volando en Coyhaique", expresó al semanario.
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