lunes, 7 de noviembre de 2011

MEDIA GUIPUZCOA AFECTADA POR LAS INUNDACIONES

Fue una jornada difícil, muy complicada, por momentos llegó incluso a ser caótica. La lluvia lo alteró todo. Provocó inundaciones en garajes, bajos comerciales, empresas y casas; obligó a cerrar carreteras, lo que dificultó sobremanera la circulación por la red viaria guipuzcoana; ocasionó cortes de luz; e hizo que viviendas situadas en áreas cercanas al cauce de los ríos fuesen desalojadas. Una veintena de personas fueron rescatadas desde lanchas neumáticas. Anoche, medios de rescate buscaban a un hombre de 76 años, vecino de Irun, que desapareció en una zona de huertas, en el barrio de Ventas de la misma ciudad.
Al parecer, la víctima había acudió a media tarde a su huerta y por causas que se investigan cayó al cauce de un arroyo y desapareció. Una mujer fue testigo de cómo el agua se llevaba al hombre. Tras una búsqueda infructuosa, las labores se suspendieron anoche y se reanudarán hoy.
El momento más crítico ya ha pasado. Hoy, lloverá pero lo hará con menor intensidad y a partir de mañana el tiempo mejorará. El temporal, principalmente la lluvia, generó a lo largo de la jornada situaciones dramáticas en diferentes puntos de Gipuzkoa. Las precipitaciones fueron especialmente copiosas en la comarca de Donostia, en la parte más cercana a la muga con Navarra. El pluviómetro del embalse del Añarbe llevaba recogidos entre el sábado y las tres de las tarde de ayer un total de 208 litros. De ellos 106 precipitaron el sábado y los 102 restantes, ayer.
La alta pluviosidad hizo que en la cuenca baja del Urumea, a partir de Hernani, las aguas empezaran a salirse del cauce ya desde primera hora. Y eso que la presa del embalse que abastece a Donostialdea hizo una labor de contención que resultó determinante, ya que retuvo seis millones de metros cúbicos. De no haber sido así, los efectos de la crecida habrían todavía más catastróficos.
En Donostia, bomberos, agentes de la Guardia Municipal y Ertzaintza no daban abasto. Sus centrales telefónicas poco menos que echaban humo. La ciudad se encontraba plagada de balsas de agua, causadas en su totalidad por la acumulación de hojas y ramas caídas en los sumideros.
La situación más delicada en la capital guipuzcoana se vivió en el barrio de Martutene, que durante la tarde quedó aislado por vehículo. Efectivos de la Guardia Municipal aconsejaron a los vecinos que procediesen a retirar los coches que permanecían estacionados en zonas próximas al río. En el área conocida como Apóstol, junto a la empresa Elektra, varias villas se hallaban en situación de riesgo por la subida de las aguas. Algunas viviendas fueron desalojadas y medio centenar de residentes rescatados en lanchas. Todos ellos fueron trasladados al polideportivo Gasca.
En la colonia de El Pilar, el río se desbordó e inundó varias casas y bajos. El paso subterráneo que comunica la Autovía de Urumea con el Polígono 27 también se anegó.
En la zona de Kristobaldegi, en Txomin Enea, próxima el centro penitenciario, algunas personas reclamaron la presencia de zodiacs para salir de sus casas. Otras lo hicieron a nado. Embarcaciones de Cruz Roja, DYA y Brigada Móvil rescataron a varias decenas de vecinos de sus casas, donde algunos estaban anoche sin luz. Tampoco tenían energía eléctrica residentes en Añorga Txiki.
En Amara, diversos garajes, como los existentes en la plaza de Armerías y la de los Marinos, el agua alcanzó una altura de más de veinticinco centímetros.
La subida del nivel de las aguas del Urumea anegó también toda el área deportiva de Landare y Zubipe, en Hernani. Una vez más, los campos del fútbol así como el de rugby quedaron cubiertos por el agua. La carretera a Goizueta se cerró a la circulación en la zona de Fagollaga, donde el Urumea se había desbordado.
También en Hernani, los barrios de El Puerto, Karabel y la Florida resultaron afectados. El agua cubrió calles y portales y dos personas fueron rescatadas. Varias huertas quedaron inundadas. Además, parte de la maquinaria pesada que se emplea para la construcción del corredor del Urumea quedó en zona anegada. Aguas abajo, en Astigarraga y Ergobia, la situación era similar. En estas última zona fueron rescatados seis menores y cuatro adultos. Además, plantaciones de varias explotaciones agrícolas quedaron bajo el agua. El Ayuntamiento de Astigarraga recomendó a los vecinos que no salieran de casa salvo necesidad urgente. El río cubrió también la carretera entre Astigarraga y Martutene.
 
Oria y Urola
No fue, sin embargo, la cuenca del Urumea la única afectada. El Oria se desbordó en varios puntos de su recorrido, entre ellos en Villabona, Andoain y Lasarte. Entre Usurbil y Orio, el agua anegó amplias zonas de huertas situadas en ambos márgenes. En Tolosa, el Araxes también se salió de su cauce a su paso por el barrio tolosarra de Amaroz.
Las precipitaciones causaron inundaciones en Errenteria. El barrio de Larzabal volvió a ser el más afectado, informa Luisma Rodríguez. Al igual que sucediera hace poco más de dos meses, se volvieron a inundar por completo los garajes de la planta baja y la primera planta del edificio de viviendas de protección oficial inaugurado hace apenas tres años en dicho barrio. También se desbordó el río en Fandería. En la comarca del Bidasoa se inundó la zona de Urdanibia y Jaizubia.
En la zona del Urola, el río estuvo a punto desbordarse en zonas como las del barrio de Madalena, en la salida de Azpeitia, y el cauce del río en dirección Lasao, junto al bidegorri, informa Eli Aizpuru.
Catorce mil guipuzcoanos se quedaron sin suministro eléctrico a consecuencia de las inundaciones en las subestaciones de Usurbil y Hernani de Iberdrola. Sobre las 21.30 horas aún quedaban 5.400 clientes sin luz.
La crecida de los ríos y los desprendimientos provocaron importantes cortes de carretera. Desde las dos de tarde, la N-I permanecía cortada en sentido a Donostia, entre Andoain y Lasarte, por el desbordamiento del Oria. En el otro sentido el corte viario se estableció en la rotonda de Añorga Txiki. La autovía A-15, en Berastegi, quedó cortada por desprendimientos en ambos sentidos de circulación, tanto dirección Navarra como hacia San Sebastián. La carretera de la costa, entre Zarautz y Getaria seguía ayer cortada. Por la tarde se produjo un nuevo corrimiento de tierra que obligó a cerrar la N-634, esta vez entre Deba y el cruce del Calvario.
El servicio ferroviario de Euskotren entre Elgoibar y Zumaia se vio asimismo interrumpido por la inundación del túnel de Sagarbide, debido a la fuerte caída de agua desde el monte, y por un desprendimiento de tierra registrado entre Elgoibar y Mendaro. De ese modo, se ofreció un servicio de transbordo en autobús en el tramo Elgoibar-Zumaia, en ambos sentidos. Este corte se unía al que se produjo en Usurbil y que obligó a ofrecer también un trasbordo en autobús a los usuarios entre Aia-Orio y Donostia.
EA2CPG