En total, se han sustituido 64 de los 157 elementos de combustible que conforman el núcleo, lo que ha dado paso al 22 ciclo de operación de esta planta, que debe obtener la renovación de su permiso de explotación a finales de este año.
Durante el tiempo que han durado los trabajos se han realizado más de 10.800 órdenes de trabajo, correspondientes a inspecciones, mantenimiento preventivo y correctivo y mejoras en la instalación, entre las que la Anav destaca la sustitución de los recalentadores separadores de humedad y la inspección por corrientes inducidas de los generadores de vapor.
La Anav ha señalado que, a parte de las 1.200 personas que trabajan habitualmente en la planta, para los trabajos de recarga de combustible se ha contratado a unos 1.100 profesionales adicionales, de más de 46 empresas auxiliares.
Durante la parada, Ascó también ha registrado siete incidencias, todas menos una clasificadas con el nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (Ines) y que no revistieron ningún peligro para los trabajadores o el medio ambiente.
El incidente más grave se produjo cuando se vertieron de forma accidental 25.000 litros de agua contaminada en el interior del edificio, un suceso que fue clasificado con el nivel 1 del Ines, después de que una inspección del CSN comoprobara que el vertido mojó los zapatos de 19 trabajadores y, pese a ser debido a un error humano, no se siguieron los procedimientos establecidos para este caso.
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