domingo, 5 de junio de 2011

FALLECE UN BUZO EN SANTURTZI ATRAPADO POR HELICE DEL BARCO REALIZANDO TAREAS DE LIMPIEZA

Su compañero, que resultó herido, sobrevivió al ser expulsado por la fuerza de las aspas del remolcador nuevo.
Julio Da Costa Gallo, un buzo profesional de 52 años y origen portugués, falleció ayer al quedar atrapado por una hélice de un barco remolcador recién construido que limpiaba junto con un compañero, Andrés J.A., que resultó herido, en un muelle del puerto de Santurtzi. La víctima es un hombre muy conocido en la localidad vizcaína, donde trabajaba como gerente de una tienda de submarinismo -Kosta Buceo-, ubicada en la avenida Iparraguirre.
El accidente laboral se produjo alrededor de las once y media de la mañana. Julio y Andrés se encontraban sumergidos a unos seis metros de profundidad limpiando los fondos de un remolcador nuevo para su inmediata entrega al cliente que lo había encargado. Según los primeros indicios, y a falta de conocer el resultado de la investigación que realiza la Guardia Civil, cuerpo con competencia en los puertos, ambos se encontraban en la parte trasera retirando residuos de las dos hélices con que contaba el barco. Al parecer, en ese momento, Julio estaba introducido en la tobera, mientras que el otro submarinista se encontraba el parte exterior. Por circunstancias que investiga el instituto armado, el motor del buque se activó de forma accidental y atrapó a uno de los buzos.
Mientras que la fuerza del agua al moverse empujó a Andrés hacia fuera, lo que le salvó la vida, las aspas en movimiento succionaron a Julio, provocándole un traumatismo craneoencefálico y severas amputaciones, según indicaron fuentes solventes. El profesional murió de manera fulminante.
Arriba, en el barco y en tierra se encontraban otros miembros del equipo de submarinismo necesario para realizar estos trabajos. Uno de ellos, el hermano del herido, sujetaba en la proa la manguera de aireación que los buzos estaban utilizando para retirar la suciedad del barco. Al empezar a girar, la hélice arrastró también la manga y causó quemaduras en las manos al hombre que la sostenía.
Menos grave
Los compañeros de los buceadores avisaron a los servicios de emergencia y de inmediato se movilizó un dispositivo de rescate, en el que participaron hombres rana de la Ertzaintza y la Guardia Civil, personal de Protección Civil y ambulancias. Una UVI móvil de Osakidetza trasladó al superviviente hasta el hospital de Cruces, donde quedó ingresado con heridas de pronóstico menos grave.
Los restos mortales de la víctima no pudieron ser recuperados hasta las dos de la tarde, momento en que fueron trasladados a partir de ese momento hasta el Instituto Vasco de Medicina Legal de Bilbao, donde se le iba a practicar la autopsia.
Julio Costa, como se le conocía en Santurtzi, donde residía, nació en Portugal, aunque tenía documento nacional de identidad español. Regentaba la tienda Kosta Buceo en la avenida Iparraguirre, dedicada a la venta y alquiler de equipos, a trabajos de submarinismo y a organizar viajes de aventura.
En 2009 impulsó, en colaboración con el Ayuntamiento de Santurtzi, una iniciativa para fomentar el submarinismo en la costa vasca. Según declaraba Costa a EL CORREO entonces, esperaba que la llegada del metro animaría a los ciudadanos de localidades vecinas a practicar «buceo exprés», «como si fueran al gimnasio». Según el profesional, la práctica de este deporte resultaba especialmente apta en Santurtzi «gracias a sus pantalanes, que permiten acceder fácilmente a las barcas y al refugio que ofrece el Superpuerto cuando el mar está mal». Lamentablemente, Julio no podrá volver a disfrutar de su gran pasión.
EB2BZV