Muy golpeados ya por las lluvias y las inundaciones, los habitantes de la isla japonesa de Kyushu (al sur del país) se preparan para recibir este martes un tifón, temiendo nuevos destrozos después de las lluvias históricas que dejaron 29 muertos y multitud de desaparecidos según un último balance.
Según la agencia japonesa de meteorología, el tifón Khanun, acompañado de ráfagas de viento que pueden alcanzar los 125 km/h, se aproxima por el sur de la gran isla meridional del archipiélago nipón al que debe rozar por el oeste la noche del martes al miércoles.
Por el momento, las lluvias son leves sobre una buena parte de Kyushu, después de las lluvias torrenciales del miércoles al sábado pasados. Las chubascos continúan amenazando el norte del país.
En la ciudad de Minamiaso (centro de Kyushu) unas 700 personas no han podido aun regresar a sus casas por el miedo a los deslizamientos de terreno.
«Una pequeña lluvia puede provocar un corrimientos de tierras y aun se esperan lluvias por la tarde. Continuamos en alerta». ha explicado un responsable local, Hideki Kuraoka.
La agencia de meteorología no prevee por el momento un impacto directo del tifón en esta zona ya particularmente afectada, pero para Kuraoka la situación continúa siendo preocupante y la población sigue sin fiarse.
Los soldados movilizados durante el fin de semana continúan buscando a cuatro desaparecidos. El cuerpo de un hombre fue recuperado en Aso, en el centro de la isla, según la prensa local, aumentando el recuento a 29 muertos.
Al menos 20 personas de las fallecidas procedían de Aso, una localidad situada junto al volcan de mismo nombre, que ha quedado aislada debido a las lluvias caídas que han destrozado las calles.
Las personas que han sido evacuadas de sus domicilios en esta localidad han encontrado refugio en los edificios municipales.
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