El chapapote prosigue su particular recorrido por el litoral de Cantabria. La marea se encargó de que parte de los restos de fuel que aún se encuentra a merced de las corrientes llegara ayer hasta las playas de Suances y de Liencres (Piélagos) tras haber visitado la víspera los arenales de Merón, Oyambre, Comillas y Luaña. Era previsible que las manchas alcanzasen las costas de esos otros dos municipios. Donde más visible y molesta resultó la presencia de estas minúsculas manchas fue en las de Los Locos (Suances) y Valdearenas (Piélagos).
Una vez que se cumplió la pleamar –a las ocho y media de la mañana–, a medida que se retiraban las aguas fueron quedando sobre la arena minúsculas partículas de chapapote, manchas de no más de dos o tres centímetros de diámetro que ocasionan el lógico fastidio a quienes las pisan. Pero como las playas registraron media entrada escasa por culpa de la timidez que mostró el sol fueron pocas las personas que ayer acabaron con los pies pringados de chapapote. Quizá mayor cantidad de manchas se detectó en las playas de Tagle y de Los Locos, «pero muy pequeñitas y muy dispersas», explicaba Alejandro Bilbao, coordinador de salvamento de Cruz Roja en la zona. El número de personas que acabaron con los pies pringados y que acudieron a los socorristas para que les prestaran aceite y toallitas «solo fue de varias decenas», reseñó Bilbao.
Otras pocas decenas se acercaron a las casetas de la Cruz Roja en Liencres para limpiarse las plantas de los pies, como indicó Pedro Díez, responsable del servicio de salvamento: «Sólo fue por la mañana, pronto y, en general, gotitas muy pequeñas y dispersas. Lo metió la pleamar». La mayoría de casos se dio en Valdearenas, y muchos menos en Canallave.
Poca incidencia
«La hemos paseado y vimos algo, pero es ridículo la cantidad que hay», indicaron respecto a las manchas un grupo de bañistas catalanes tras recorrerse la playa de Oyambre. Para Ricardo, vecino de la zona, «esto tiene la importancia que tiene. O sea, nada», explicaba respecto a la presencia de restos de fuel en esa playa. Y Luisa y Fernando, dos palentinos que pasan unos días de vacaciones en una casa rural de Alfoz, aseguran que «la playa es preciosa y las manchitas esas no lo estropean».
Fue en Oyambre, Los Locos y Valdearenas donde se concentró ayer el operativo de limpieza que ha desplegado la empresa pública MARE para colaborar con los servicios municipales en la recogida de las manchas de fuel. Un grupo de esa cuadrilla de veinte efectivos se centró en concluir la limpieza de la playa de Oyambre y luego se sumó a los que actuaban en Suances y Liencres. «La cantidad de fuel que está llegando no es alarmante, y contamos con el operativo suficiente para eliminarlo», destacaba el consejero de Medio Ambiente, Javier Fernández, que ayer visitó todas las playas así como a los alcaldes de los municipios afectados. Fernández vino a decir que las manchas proceden del vertido de fuel que se produjo el pasado día 26 en la central térmica de Aboño (Asturias) y que los restos que pudieran quedar aún libres por la mar «son cantidades muy pequeñas. Pero si fuera necesario, si apareciese más, ampliaremos el operativo porque seguimos vigilantes».
Más allá de las «molestias» que ocasiona al bañista, el consejero no considera que la presencia de estas manchas en plena época de playa vaya a tener ninguna repercusión. No deja de ser, dice, una «incidencia menor». Luego, desde Merón, el consejero se trasladó a Oyambre, donde vio in situ el operativo de limpieza junto al alcalde de Valdáliga, Lorenzo González. Y prosiguió el recorrido por las de Comillas, Alfoz, Suances y Piélagos.
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