Los cuerpos de socorro indicaron este viernes que en Guatemala las víctimas mortales aumentaron a 22; en El Salvador a seis, y en Nicaragua a siete, mientras que en Costa Rica y Honduras las precipitaciones no han causado víctimas pero ha forzado la evacuación de cientos de personas, derrumbes y daños estructurales.
El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, decretó este viernes la emergencia nacional, horas después de que el Parlamento declarara el estado de calamidad en las tres regiones más afectadas del país.
El Gobierno de Nicaragua declaró una alerta preventiva en siete de las 15 provincias del país, el de Honduras una alerta de evacuación en dos departamentos sureños y una preventiva en casi todo el territorio, al igual que el de Costa Rica debido a que las fuertes lluvias se mantienen, sobre todo en la costa Pacífica.
Los aguaceros comenzaron el martes pasado y son consecuencia de la depresión tropical número 12 que se formó en el Pacífico la cual, aunque comenzó a debilitarse el jueves, sigue provocando tormentas que se mantendrán al menos durante el fin de semana, según los meteorólogos de la región.
En Guatemala, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) precisó que 13 personas han muerto en el departamento occidental de Quetzaltenango, y otras nueve en las regiones de Jutiapa, Totonicapán, Chimaltenango, Suchitepéquez y San Marcos.
Al menos ocho niños se cuentan entre las víctimas mortales, mientras que los cuerpos de socorro buscan entre aludes a un número no precisado de desaparecidos.
Unos 17.000 damnificados, vías bloqueadas por unos 40 derrumbes, comunidades incomunicadas, una decena de puentes rotos, al menos 2.000 casas y 40 escuelas con daños e inundaciones, integran el inventario del desastre en Guatemala.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología prevé que los aguaceros se mantengan durante las próximas 48 horas en todo el país.
El cuerpo de socorristas guatemalteco advirtió que la saturación de los suelos en zonas del este y sureste del país puede producir nuevos deslizamientos de tierras.
La misma alerta fue dada por las autoridades de El Salvador, donde las víctimas subieron este viernes a seis y el presidente Funes decretó el estado de emergencia nacional, a fin de acceder y canalizar con mayor celeridad los recursos, tanto nacionales como una posible ayuda internacional, para enfrentar la situación.
Funes instruyó al canciller, Hugo Martínez, para que convoque a los embajadores de países amigos y representantes de organismos internacionales para explicarles la situación que el país vive a causa del temporal.
Las autoridades salvadoreñas de Protección Civil dieron cuenta de tres personas desaparecidas, cinco lesionadas y más de 6.500 evacuadas que reciben atención en unos 92 albergues.
En Nicaragua, las autoridades informaron este viernes de la muerte de un hombre al inundarse la mina en la que trabajaba, con lo que se elevaron a siete las víctimas de las lluvias en ese país.
En ese mismo incidente resultaron heridos 13 hombres, dos de ellos de gravedad que son atendidos en hospitales, precisó la primera dama y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo.
El Gobierno decretó una alerta preventiva en siete provincias de Nicaragua, donde se esperan más lluvias en los próximos días, añadió la funcionaria.
Las precipitaciones, que desde el miércoles pasado han amainado en Nicaragua, ha dejado unas 5.466 personas afectadas, incluidas 1.200 evacuadas que permanecen en 25 albergues temporales, según la información oficial.
En Costa Rica, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) informó este viernes de que 110 personas son atendidas en albergues, la mayoría en comunidades de la provincia de Guanacaste, en el Pacífico norte, y en Puntarenas, en el Pacífico sur.
No se espera que las lluvias amainen este fin de semana en Costa Rica, donde los suelos están saturados debido a la incesante agua caída desde comienzos de la semana y donde se calcula que han resultado afectadas por el temporal unas 10.000 personas.
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