Un tren procedente de Calella (Maresme) que se dirigía a L'Hospitalet ha descarrilado esta tarde a la entrada de la estación de Sant Pol de Mar, con lo que ha dejado sin servicio parte de la línea de esta comarca. Renfe no prevé que se pueda solventar el problema a lo largo de este miércoles por la tarde, con lo que hasta este viernes no se restablecerá la normalidad en la R-1.
El incidente se ha producido a las 16.27 horas cuando un tren en doble composición se ha salido de la vía. En concreto, según ha informado la operadora, cinco ejes de la segunda unidad han quedado sobre el balasto, que es la superficie de piedras donde se asientan los raíles. En ningún momento el vehículo ha perdido la verticalidad y ninguno de los 50 pasajeros que en ese momento viajaban a bordo ha sufrido ninguna lesión.
Transporte alternativo
Estos viajeros han sido acompañados por personal de la estación hasta esta, ya que estaban muy cerca. Una vez más, y como marca el protocolo, la Direcció General de Protecció Civil ha activado el plan de emergencias Ferrocat por la interrupción del servicio ferroviario.
Renfe ha informado que, hasta nuevo aviso, el servicio de la R-1 se prestará con normalidad entre Molins de Rei y Canet, del mismo modo que lo hará el tramo entre Calella-Blanes y Maçanet de la Selva, al norte de la línea. En cambio, entre Arenys y Pineda se han puesto 18 autobuses para trasladar a los pasajeros por carretera.
dificultades en las estaciones
Como en el caso de Canet, con la N-2 justo al lado de la estación, y en Sant Pol, con un espacio muy reducido frente al edificio de viajeros, no pueden maniobrar los autobuses ni tampoco pueden aparcar con comodidad, la empresa ferroviaria ha optado por realizar el transporte de viajeros por carretera en el tramo entre Arenys y Pineda.
Las mismas fuentes han informado que no se han producido retrasos relevantes en el servicio porque se trata de un recorrido con una frecuencia de paso equivalente a un metro.
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