El volcán Popocatépetl, ubicado en el estado de Puebla, a unos 55 km de
la capital mexicana, lanzó la noche del martes una gran fumarola con
fragmentos incandescentes y gran cantidad de ceniza que tapizó a las
comunidades aledañas.
La exhalación del volcán activo alcanzó
unos 3.200 metros de altura, una actividad considera normal que no pone
en riesgo a las poblaciones cercanas, dijo a la prensa Jesús Morales,
director de Protección Civil de Puebla.
Una capa de unos tres centímetros cubría el suelo de zonas aledañas,
afectando la visibilidad de conductores y obligando a los transeúntes a
usar mascarillas.
Desde las faldas del volcán, "se veían muchas
piedras prendidas allá arriba, se veía muy impresionante pero ya estamos
acostumbrados y no nos da miedo", dijo Arturo Zamora, un poblador de la
zona.
"Esto nos pasa de vez en vez, pero ya no nos da miedo, los
niños son los que más se alarman, pero Don Goyo -como nombran los
lugareños al volcán- no nos hace nada" dijo Dolores Sánchez.
El Popocatépetl, con 5.452 metros, es la segunda cúspide más alta
de México, la primera es el volcán Citlaltépetl, y colinda con los
estados de Puebla, Morelos y Estado de México. Unos 4.5 millones de
personas viven en 50 kilómetros a la redonda, y de ellas unas 650.000 en
zonas consideradas de alto riesgo.
La última vez que el volcán
tuvo actividad de importancia, pero sin provocar daños, fue en abril del
año pasado, cuando sólo el día 25 de ese mes, se registraron 25
exhalaciones de baja y mediana intensidad, además de dos horas de tremor
espasmódico de mediana amplitud, que produjeron emisiones de gases y
cenizas de hasta 1 km de altura.