Los bomberos no tenían informaciones sobre víctimas del incendio, pero imágenes de redes de televisión hechas desde helicópteros muestran que al menos una persona, al parecer afectada por la inhalación de gases tóxicos, fue recogida por una ambulancia.
Las llamas, que podían ser vistas a varios kilómetros, habían alcanzado los seis gigantescos tanques del depósito y parte de las instalaciones administrativas, a las que los bomberos no podían aproximarse por las seguidas explosiones.
Ante la dificultad para combatir el incendio directamente en el depósito, los bomberos de seis cuarteles convocados para atender la emergencia se limitaban a arrojar agua en los tejados y en los patios de las viviendas vecinas para prevenir una expansión de las llamas.
Los bomberos también ordenaron la evacuación de los habitantes de las casas a seis cuadras a la redonda del local del accidente, que es próximo a la carretera que comunica a las ciudades de Río de Janeiro y Teresópolis.