Un vecino de Ribadeo, Marino García, de unos 52
años de edad, falleció ayer de madrugada al arder el piso en el que
vivía con un hermano. Al parecer, la muerte se pudo producir por
asfixia, debido a la intensa humareda que provocaron las llamas.
El incendio se inició sobre las dos de la madrugada, en un tercer piso de un edificio de la céntrica avenida Calvo-Sotelo en Ribadeo.
El inmueble fue desalojado por bomberos, Policía local y voluntarios
de Protección Civil con no pocas dificultades. Una mujer de avanzada
edad debió ser evacuada por una ventana, pero no hubo que lamentar más
víctimas. Los residentes en el inmueble pasaron la noche en hoteles o en
casas de familiares.