Al menos 18 personas han muerto y ocho han desaparecido a causa de las lluvias torrenciales que han caído en las últimas 24 horas sobre la isla de Kyushu, ubicada en el oeste de Japón.
Las precipitaciones comenzaron a primera hora del jueves, como un fenómeno estacional provocado por los vientos cálidos y húmedos del sur, pero han dejado más de 100 mililitros por hora, lo que, según los expertos, puede conducir a un desastre natural.
En las prefecturas de Oita y Kumamoto, se ha registrado dicha cantidad, pero en algunas localidades de esta última, como Aso, se han recogido 500 mililitros por hora. La agencia meteorológica ya ha advertido a los dos gobiernos locales de que las dimensiones del fenómeno no tienen precedentes.
La agencia meteorológica utilizó la misma expresión hace un mes para destacar que es el tipo de lluvia que sacude al país una vez cada medio siglo. Las previsiones apuntan a que las precipitaciones continuarán en los próximos días.
En este contexto, el profesor de la Universidad de Chuo Tadashi ha alertado de que las precipitaciones pueden provocar desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra, por lo que ha recomendado a la población que desaloje sus casas ante cualquier señal de peligro.
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