Más de 250 personas, muchas de ellas pobres y sin domicilio fijo, murieron en Europa debido a la ola de frío que sacude desde hace una semana al Viejo Continente, principalmente Polonia y Ucrania, dos países que este sábado ya sumaban 167 fallecidos.
En Ucrania se registraron 122 muertos, y los puestos de socorro, donde los más desamparados pueden refugiarse y recibir una comida caliente, ya alojaron a 65.000 persones, 12.000 de las cuales en las últimas 24 horas.
Las temperaturas bordean los 30 grados bajo cero en algunas zonas.
En Polonia, donde el termómetro llegó a los 27 grados bajo cero, el frío causó la muerte de otras ocho personas, llevando el total a 45. En su mayor parte, se trataba de personas que carecen de vivienda. Bosnia también estaba paralizada el sábado por la nieve.
En Rumania, se registraron en los últimos días 28 muertos, y cientos de escuelas permanecían cerradas, según datos divulgados este sábado. En Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea (UE), el frío mató a 16 personas.
El balance de la ola de frío en otros países de Europa del Este era ayer de 36 muertos: 10 en Letonia, nueve en Lituania, siete en Serbia, seis en la República Checa, dos en Grecia, uno en Eslovaquia y uno en Macedonia.
En Rusia, al menos 64 personas murieron de frío en todo el país desde el 1 de enero, según el balance suministrado por las autoridades, que no dieron cifras sobre la actual ola de frío.
En Francia, dos personas murieron por la ola polar.
En momentos en que las autoridades francesas instaban a limitar el consumo de electricidad, dada la fuerte demanda provocada por el uso de la calefacción, el gigante ruso del gas Gazprom anunció el sábado que no podrá garantizar los envíos adicionales solicitados por Europa Occidental.
En Italia, Roma continuaba paralizada el sábado de mañana después de las nevadas que afectaron a gran parte de la península.
En Austria, el termómetro bajó a los 28 bajo cero en las montañas del centro y del Tirol (oeste), y un hombre murió de frío luego de un accidente de tránsito, llevando a cuatro el número de muertos desde que comenzó el fenómeno.
En Reino Unido, la mayor parte del país seguía en estado de alerta el sábado, con caídas de nieve previstas en el centro y el este de Inglaterra.
EA2CPG