Los especialistas de la Marina Militar italiana abrieron hoy nuevas vías de acceso, mediante el uso de cargas explosivas, al interior del puente 5 de los restos del crucero Costa Concordia, que naufragó el viernes 13 de enero en aguas de la isla del Giglio.
Estas nuevas aperturas en la estructura de la nave permitirán a los buzos seguir sus inspecciones en una zona del barco donde, según varios testimonios de supervivientes, se hallaban numerosos pasajeros en el momento de la evacuación, informan los medios de comunicación italianos.
La búsqueda de la veintena de desaparecidos sigue así adelante, después de que tuviera que ser interrumpidos durante la mayor parte de la jornada de ayer al registrarse un nuevo movimiento del buque.
En las últimas horas se han conocido también detalles sobre la colisión y la actuación del comandante del Costa Concordia, Francesco Schettino, que se encuentra bajo arresto domiciliario acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de nave y naufragio.
Su abogado, Bruno Leporatti, ha asegurado que Schettino avisó a la compañía Costa Cruceros, propietaria de la nave, inmediatamente después del impacto contra el escollo.
"La he liado. He pasado cerca del Giglio y hemos chocado. Y te informo de todo diciendo la verdad", dijo Schettino la noche del accidente al director de operaciones marinas de la naviera, Roberto Ferrarini, según la transcripción de su declaración ante la juez de instrucción Valeria Montesarchio el pasado martes.
Fuentes de la defensa añadieron que fueron varias las conversaciones mantenidas por Schettino con la compañía en los instantes posteriores a la colisión, tras la que se produjo el naufragio del buque que ha causado 11 muertos y 21 desaparecidos.
Sin embargo, en declaraciones a la cadena pública italiana RAI, el presidente de Costa Cruceros, Pierluigi Foschi, aseguró que Schettino no les dijo la verdad sobre lo que estaba ocurriendo y la gravedad de la situación.
Para comprobar la veracidad del testimonio de Schettino, los expertos confían en la caja negra del "Costa Concordia", ya recuperada por los buzos, pues en ella podrían haber quedado registradas la conversaciones mantenidas por el capitán en el puente de mando.
Mientras, otro aspecto que preocupa es el de la extracción de las 2.380 toneladas de combustible que todavía hay en la nave, ya que una fuga causaría una catástrofe ambiental.
La isla del Giglio forma parte de un parque natural marino considerado uno de los más importantes ecosistemas del Mediterráneo.
A este respecto, el responsable italiano de políticas ambientales de la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Gaetano Benedetto, pidió hoy que se trabaje de forma paralela en asegurar la nave y en las tareas preparatorias para la extracción del combustible.
En declaraciones al canal de televisión SkyTg24, Benedetto señaló que entiende la posición de los magistrados, ya que la nave ha sido incautada y no se puede intervenir hasta que no finalicen las tareas de búsqueda de los desaparecidos.
Sin embargo, solicitó que al menos se pueda empezar con los preparativos para el vaciado de los tanques de combustible en aquellas zonas que ya han sido inspeccionadas.
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