La situación más grave se registra en el estado de Minas Gerais (sudeste), donde cinco personas han perecido a causa de deslizamientos o inundaciones, la mayoría desde el pasado viernes, informó la Defensa Civil.
La víctima más reciente fue un taxista que falleció atrapado dentro de su vehículo por un derrumbe en la ciudad de Ouro Preto, dijo a la AFP una portavoz del organismo. Según Agencia Brasil (estatal), el taxista dormía en su coche cerca de la estación de buses cuando fue víctima del deslave.
La temporada de lluvias, que arrancó a finales de noviembre y se intensificó en la última semana, también deja 32 heridos, 9.365 personas evacuadas, un desaparecido y 84 casas destruidas, según el balance oficial.
Además, 52 municipios de Minas Gerais fueron declarados en estado de emergencia mientras se esperan para este martes nuevas precipitaciones. Hasta el lunes, eran 46 las localidades en emergencia.
Entretanto, en la región serrana del estado de Rio de Janeiro, afectada también por el mal tiempo, las autoridades suspendieron el estado de emergencia en los municipios de Nova Friburgo y Petrópolis ante el descenso de las lluvias.
Sin embargo, se mantiene el "estado de alerta" y todos los órganos de socorro continúan "movilizados para cualquier tipo de emergencia", dijeron las autoridades civiles en un comunicado.
La región serrana del estado de Rio fue escenario hace un año de uno de los peores desastres causados por las lluvias en Brasil, con más de 1.000 muertos.
Desde que se recrudecieron las lluvias han sido desalojadas de manera preventiva decenas de familias en riesgo.
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