Aunque el perímetro del incendio registrado en la noche del domingo llegó a alcanzar las 1.000 hectáreas, según la Consejería de Medio Ambiente, la extensión calcinada se cifra en unas 400 y hubo hasta 800 viviendas desalojadas de forma preventiva. Los terrenos no constituían un parque natural pero parte de ellos sí tenía un interesante valor ecológico al incluir pinares y alcornocales. Afortunadamente, no se han producido daños personales aunque sí pérdidas materiales con cuatro viviendas calcinadas y otros edificios dañados por las llamas.
El siniestro comenzaba pasadas las 20.30 horas cuando varias llamadas de vecinos del paraje conocido como Fuente de la Teja, cercano a Entrerríos alertaban tanto a Emergencias 112 como al Ayuntamiento de Mijas de la existencia de un incendio que el viento racheado y cambiante se encargaba de propagar con una rapidez preocupante.
Desde las primeras horas se consideraba la posibilidad de que se tratara de un suceso provocado al detectarse dos grandes frentes que con las horas se convirtieron en tres.
La propia Fuente de la Teja y Entrerríos eran los primeros parajes afectados por las llamas. Éstas causaban graves daños en sendas zonas de pinar y alcornocal en plena regeneración tras otro incendio registrado en los años 90. La virulencia del foco, la enorme columna de humo, lo abrupto del terreno y el aire hicieron que se determinara el desalojo inmediato de los vecinos del entorno así como el cercano de rehabilitación drogodependientes.
El albergue municipal de Entrerríos, más alejado del peligro y el pabellón Polideportivo de Las Lagunas acogieron a los ciudadanos desplazados, en la mayor parte de los casos por pura precaución aunque la preocupación de los vecinos era patente y algunos de ellos se preguntaban si a la vuelta encontrarían sus hogares.
De forma simultánea, otro frente del mismo incendio, empujado por el viento, bajaba hacia el mar en dirección a los términos municipales de Marbella y Ojén. Pasadas las 22.30 horas los conductores que circulaban por la A-7 a la altura de la Cuesta del Higuerón podían observar una espectacular línea de fuego que atravesaba el municipio de norte a sur, y que prácticamente se extendía desde la autovía hasta la autopista, a través de los recovecos de la complicada orografía mijeña.
Precisamente, la sucesión de crestas y vaguadas, el laberinto de carreteras, vías rurales y caminos de tierra y las rachas de viento variable dificultaban mucho las tareas de extinción. A los bomberos de Mijas se sumaban rápidamente los de otras localidades limítrofes como Fuengirola, Marbella y Benalmádena. El Consorcio Provincial, dependiente de la Diputación también aportaba hasta seis vehículos con tres técnicos en cada uno. Torremolinos, Estepona y Vélez también desplazaban retenes al incendio, que recibió la calificación de Nivel 1 por parte de la Delegación de Medio Ambiente.
Desalojados
El Ayuntamiento mijeño habilitó un espacio municipal en La Cala aunque muchos vecinos optaron por alojarse en casa de familiares y amigos. Hasta 800 viviendas pudieron desalojarse, si bien en muchos casos se trata de segundas residencias que en ese momento no estarían ocupadas. Todos los desalojados ya han vuelto a sus hogares.Por otro lado, el alcalde de Mijas, Ángel Nozal, quien se encontraba en el norte de España, también realizó un seguimiento permanente del suceso hasta las cuatro de la madrugada, cuando pareció que el incendio remitía y que no se produciría un suceso muy temido: la expansión de las llamas hasta Calahonda, un área con numerosas urbanizaciones muy habitadas.
Otro motivo de tranquilidad fue el éxito del operativo montado en el Hipódromo de la Costa del Sol, que se preparó para albergar a los equinos evacuados de las numerosas cuadras situadas en el área. Menos suerte tuvieron los dueños de una explotación avícola que resultó destruida por el fuego, que también calcinó cuatro viviendas y afectó al colegio Ecos.
Ya casi despuntando el alba un cambio en el viento volvió a despertar tanto el foco original como el que se acercaba al mar, ya dividido en dos frentes: el de Calahonda y el que se aproximaba a Las Chapas en Marbella. El fuego también obligaba al desalojo preventivo de las urbanizaciones de Las Buganvillas y La Jacaranda, en Ojén, donde los colegios cercanos suspendieron sus clases del lunes por precaución.
El fuego llevó incluso a cortar temporalmente a primera hora de la mañana la autopista AP-7. Hasta 17 aparatos descargaron agua sobre las zonas más inaccesibles y las de llamas más virulentas. A mediodía se dio por estabilizado el incendio a pesar de que el foco original, el de Fuente de la Teja, se reavivó hasta en tres ocasiones. Retenes de bomberos permanecen en las áreas afectadas refrescando el área para evitar nuevos repuntes.
"Se investigará lo ocurrido y si damos con los responsables, pagarán como corresponde por todo el daño que han causado", ha asegurado Ángel Nozal.
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