El cometa Elenin, que se iba a acercar a la Tierra en octubre próximo y era muy popular entre los pregoneros del fin del mundo, debe de haberse desintegrado y no causará daño alguno a nuestro planeta, afirmó hoy Leonid Elenin, el astrónomo ruso que lo descubrió en diciembre de 2010.
El científico explicó que “el cometa debía de aparecer en las fotos del observatorio espacial SOHO pero no está”. “Es probable que se haya desintegrado y que veamos en octubre, a través de telescopios terrestres, algunos fragmentos suyos que aún siguen la misma trayectoria”, dijo el científico, colaborador del Instituto ruso de Matemáticas Aplicadas Keldish.
Agregó que ese objeto celeste “no va a causar ningún daño a nuestro planeta, ni podía haberlo hecho”.
Elenin descubrió el cometa C/2010 X1, que más tarde recibió su nombre, en diciembre de 2010, mientras examinaba las imágenes transmitidas de áreas cercanas a Júpiter por el observatorio automatizado ISON-NM.
Una cámara de la sonda STEREO-B de la NASA obtuvo en agosto pasado las primeras imágenes de ese cometa que, según las expectativas, se iba a acercar a la Tierra a una distancia mínima, de 34,9 millones de kilómetros, el próximo 16 de octubre.
El cometa Elenin se hizo muy popular entre los sectarios del fin del mundo que dieron una interpretación apocalíptica a su nombre: “Ele”, por las siglas en inglés de “extinction level event”, o “extinción total”, y “nin”, de "Nibiru in November", en alusión al mítico planeta Nibiru cuya aproximación a la Tierra provocaría supuestamente una catástrofe.
La desaparición de cometas es un fenómeno frecuente. Astrónomos han registrado la desintegración de seis cometas en este último decenio, por no hablar ya de centenares de rasantes del Sol de la familia Kreutz.
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