viernes, 20 de enero de 2012

CHOQUE DE TRENES EN CLOT CAUSA 25 HERIDOS

Los trenes también chocan. Por suerte, el accidente de ayer en el subsuelo barcelonés entre un Rodalies lleno -eran las seis y media de la tarde, hora punta- y un tren hotel talgo vacío se quedó en poco más que un susto. El choque, entre las estación del Clot y la de Arc de Triomf -punto negro de la red que registró un accidente similar hace menos de un año-, se saldó con 25 heridos por contusiones, el más grave un trabajador que viajaba en el talgo, que fue evacuado al Hospital Dos de Maig con un latigazo cervical. Los otros 24 iban en el Rodalies, que salió de Maçanet-Massanes a las 17.04 horas.
El accidente se produjo cuando, por causas que todavía se desconocen, el Rodalies embistió al talgo, que descarriló. Los viajeros notaron un frenazo brusco. Nada más. «Primero pensé que habían atropellado a alguien», apuntó Pedro, uno de los viajeros, que subió al tren en Mataró. Ese frenazo hizo que muchos viajeros se hicieran daño en las cervicales. Pilar Cánovas salía ayer nerviosa del tren. Con el golpe la pasajera que viajaba justo delante le dio un impacto en el pecho. «Tengo la presión a 19 y me duele el tórax. Me han dicho los médicos que me han atendido en la misma estación que vaya al hospital», apuntó la mujer, procedente de Arenys. Fueron seis la unidades de Sistema d'Emergències Mèdiques las que se dirigieron hasta el lugar del siniestro para atender a los más de 200 pasajeros. 196 salieron ilesos. También acudieron al lugar varias unidades del cuerpo de Bomberos de Barcelona.
Fuentes de la Generalitat aseguraron ayer que el Govern estudia abrir un expediente informativo a Adif después del segundo choque en un año. El director general de Transports i Movilitat, Ricard Font, reclamó que Adif mejore la señalización en los túneles del lugar, que definió como «conflictivo».
Según algunos de los viajeros del Rodalies, en un primer momento en las vagones no se ofreció ninguna información, y no fue hasta unos 10 minutos más tarde que es les indicó que había habido «una incidencia». «En un primer momento nos dijeron que abrirían las puertas y que saldríamos del tren allí mismo, pero después rectificaron, hicimos marcha atrás y retrocedimos hasta el Clot. Hemos podido salir todos a pie por la estación», explicó Núria Rodríguez, otra de las pasajeras del Rodalies, que afirmó sentirse mareada tras el accidente.
Muchos otros de los viajeros ilesos afirmaban sentirse confusos. Estar encerrados en un tren en un túnel nunca es agradable, y los primeros momentos de angustia, hasta que se les informó de lo sucedido y pudieron salir, fueron tensos.
Otros pasajeros se quejaron de mala atención. «Me han dado un billete para el metro. ¿Y yo esto para qué lo quiero? Me ha parecido incluso ofensiva la recompensa», se lamentó María, una de las viajeras más indignadas, quien, como muchos, se aquejaba de dolor en las cervicales y de mareo.
Pese a lo espectacular del choque, el accidente no afectó demasiado a la circulación de trenes. La estación nunca se cerró, aunque funcionó durante algún tiempo solo con dos de las cuatro vías, y la circulación se restableció casi por completo a las dos horas del siniestro. Durante la afectación, los tornos estaban abiertos y varios informadores indicaban a los pasajeros las mejores combinaciones para llegar a su destino.
El talgo afectado tenía previsto hacer anoche el recorrido Barcelona-Zúrich-Milán, y, según informó Renfe, los viajeros fueron llevados en autobuses.
EA2CPG