domingo, 9 de octubre de 2011

LA ISLA DEL HIERRO SUFRE EL MAYOR TEMBLOR DE LA CRISIS VOLCANICA

Un seísmo de 4,3 sacude la isla.- Sus habitantes viven la situación con una mezcla de inquietud y humor  

El Hierro ha vivido esta noche su mayor sobresalto desde que el pasado 19 de julio el Instituto Geográfico Nacional comenzara a registrar una actividad sísmica poco usual bajo la isla. A las 21.34 hora local (una hora más en la Península) un terremoto de magnitud 4,3, la mayor registrada hasta el momento, sacudía la isla. Los expertos creen que movimientos como éste pueden ser preludio de una erupción volcánica, un fenómeno que el archipiélago canario no vive desde que en 1971 despertó el Teneguía, en La Palma, y que no tiene precedentes en El Hierro desde 1793.
El temblor se ha sentido en toda El Hierro y sobre todo en El Pinar, el más meridional de los municipios de la isla, la más pequeña (268 kilómetros cuadrados) y menos poblada (unos 10.000 habitantes) de Canarias. El epicentro se ha situado en el mar, a 13 kilómetros de profundidad y a uno de la costa, al suroeste de La Restinga, localidad situada en el punto más meridional de España. En el pueblo, de unos 500 habitantes, antiguo enclave de pescadores y en la actualidad dedicado a un turismo atraído por el submarinismo, el temblor se ha sentido con especial intensidad. Muchos de sus vecinos han salido a las calles inquietos aunque una hora después se había recuperado la normalidad, según han confirmado en conversación telefónica a este periódico desde la tasca La Laja, situada en primera línea de playa.
Precisamente el próximo día 15 de octubre comienza en la localidad el llamado Open Fotosub, una competición de fotografía submarina que atrae a aficionados de todo el mundo. Los buzos que disfrutan estos días de los espectaculares fondos marinos del sur de la isla no han percibido una disminución o un comportamiento extraño en la fauna, más bien al revés. Varios submarinistas comentaban hoy mismo en el puerto de La Restinga que en una sola mañana habían visto casi todas las especies que pueden encontrarse en la zona, algo relativamente infrecuente.
El terremoto ha provocado desprendimientos en la carretera de Tacorón a La Restinga, que se ha quedado parcialmente obstaculizada, y en las laderas exteriores del túnel de Los Roquillos.
El Ejecutivo canario ha hecho un llamamiento a la serenidad de la población y ha vuelto a recordar las medidas de protección en caso de seísmo. ?.
En El Hierro estos movimientos sísmicos se viven con una mezcla de inquietud y humor. En el municipio de La Frontera, donde hasta dos semanas se sentían con más fuerza, el temblor de esta noche no ha generado especial inquietud entre la población. En un bar de la entrada de la localidad, donde se celebraba un partido de bola canaria (especie de petanca) entre los equipos de Las Divinas y Las Calatinas, los espectadores sentados en un muro de piedra daban la voz de alarma. "¡Terremoto!". Algunos lo habían sentido, otros no, pero muchos reaccionaban de la misma manera: agarrando el móvil y llamando a familiares y conocidos de otros puntos de la isla. El tono no era dramático, sino más bien divertido: "¿Lo sintieron? ¿Se movieron los vasos en el bar?". El terremoto por supuesto no suspendió la competición y la mayoría de los espectadores siguieron atentos al partido apurando una cerveza o un refresco.
Tras llamar a los familiares para asegurarse de que todo está bien, el segundo reflejo de muchos herreños estos días es entrar en Facebook. La red social, en especial su página de Actualidad Volcánica de Canarias, es un punto de encuentro para informarse, intercambiar opiniones, inquietudes e incluso chistes. El tono varía según la fuerza del último seísmo, así que tras el de esta noche, que ha batido de momento el récord de magnitud, hay pocas bromas. Pero después de otros menos inquietantes se podían leer frases como "me voy para la plaza con las cartas y la botella de ron" u "ojo con estar borracho que la UME (Unidad Militar de Emergencia) no te evacua". Otra web que se ha convertido en una referencia en estos días para los habitantes de la isla es la del Instituto Geográfico Nacional, en concreto la página en la que se informa de la profundidad, magnitud y ubicación exacta de los terremotos. De hecho, tras sentirse un seísmo es normal escuchar debates e incluso apuestas sobre su fuerza -"ese fue por lo menos de 3,8", "te digo, que no, yo calculo 3,2 porque fue más flojo que el del otro día"- que quedan zanjados en cuanto el organismo sentencia en su página la magnitud del temblor.
"Nos hemos convertido todos en vulcanólogos", dice Ana, profesora y residente en La Restinga. "Me encuentro con cualquier señor mayor por la calle y es capaz de explicarme la diferencia entre hipocentro y epicentro", dice. Lo que disgusta a Ana y a otros muchos herreños como Fernando, propietario de un hotel en la capital de la isla, Valverde, es el alarmismo que se ha generado en las últimas semanas y que consideran exagerado. No se quejan de la falta de información, ya que los científicos del Prevolca han dado charlas por toda la isla y en los colegios los niños saben como actuar en caso de temblor -"tenemos que meternos debajo de la mesa y luego salir al patio hacia la zona donde haya menos paredes", dice María, alumna en El Pinar. Más bien protestan por el exceso de portavoces (en El Hierro operan cuatro administraciones, local, insular, autonómica y estatal) y porque algunas medidas adoptadas para la tranquilidad de los ciudadanos han sido tomadas por la población -y por los potenciales visitantes- justamente de la forma contraria. "Por ejemplo, la bienintencionada visita de la ministra de Defensa y la llegada de decenas de militares provocaron, sobre todo fuera de la isla, más alarma que sosiego", argumenta.
Los expertos creen que la erupción, si llegara a producirse, no sería inminente. En declaraciones a este periódico publicadas hace una semana el vulcanólogo Joan Martín, del Instituto Jaume Almera (CSIC), aseguraba que ésta se conocería con tiempo y probablemente sería "pequeña y sin peligrosidad para la población". Y es que históricamente los volcanes en Canarias han sido poco explosivos. De hecho en los últimos días el nivel de alarma en la isla se había elevado pero por otro motivo: por las consecuencias catastróficas que, según algunos empresarios, los seísmos están teniendo en la economía. Por un lado, porque supuestamente disuaden a los turistas; por otro por haber obligado al cierre del túnel de Los Roquillos, una de las principales vías de comunicación de la isla al unir Valverde con el municipio de La Frontera, motor empresarial de El Hierro. De hecho el Ayuntamiento de esta localidad decidió el pasado jueves por unanimidad de todos los grupos declarar la situación de emergencia social y económica y pedir auxilio a todas las administraciones y al Estado.
¿Qué esperan los habitantes de la isla? Miguel Torres, que gestiona el singular hotel Puntagrande, el más pequeño del mundo con solo cuatro habitaciones según certificó en su día el libro Guinness de los récords, pronuncia tres palabras que se escuchan en todos los rincones: "Que reviente ya". Los herreños no están especialmente asustados con la actividad sísmica y saben que la erupción de un volcán probablemente no sería peligrosa y que incluso podría convertirse en un atractivo para los visitantes. Pero están ya un poco hartos de vivir con la incertidumbre.
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