Las víctimas vivían en Carolina del Norte, Virginia y Florida. Algunos murieron aplastados por árboles que cayeron. A la Gran Manzana, el ciclón llega a las 6 de hoy.
Al menos siete personas murieron ayer en Carolina del Norte y en Virginia a causa del paso del huracán Irene, que en su primera jornada de destrucción en la costa este estadounidense provocó, además, enormes daños y la cancelación de cientos de vuelos en la región.
Cuatro de las víctimas fatales eran de Carolina del Norte, dos de Virgina y una de Florida.
Se espera que hoy a la mañana el huracán alcance su máxima intensidad en Nueva York, donde el alcalde Michael Bloomberg lanzó ayer nuevas advertencias y urgió a los residentes en las zonas más costeras a abandonar ya sus casas: “Quedarse es peligroso, es una locura y va contra la ley”.
“Si tienen que irse, deben empezar ahora mismo”, dijo Bloomberg, quien pese a recordar que el huracán ha perdido fuerza, ha afirmado que “hay que prepararse para el peor escenario”.
La orden de evacuación afecta a más de 370 mil neoyorquinos, mientras siete mil pacientes fueron retirados de los hospitales de la ciudad ubicados en áreas vulnerables por el paso del ciclón.
El huracán Irene sería el primero en impactar en 26 años en el noreste de Estados Unidos, zona que es poco frecuentada por ciclones. “El último huracán que llegó a Long Island fue ‘Gloria’, en 1985, y pasó por el oeste de esa zona como categoría 2 en la escala de intensidad Saffir-Simpson de un máximo de cinco”, dijo el meteorólogo Hugh Cobb del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. En tanto, en la tarde de ayer, las autoridades de los servicios de seguridad de Carolina del Norte habían confirmado tres muertes, la de un hombre aplastado por una enorme rama de árbol, otro fulminado por un ataque al corazón mientras blindaba sus ventanas y un tercero en un choque.
Otro de los muertos fue un niño de 11 años en Newport News, en Virginia, también aplastado por un árbol que cayó a causa de los vientos huracanados.
Menor categoría. Irene fue degradada a categoría 1 por el National Hurricane Center de Estados Unidos (NHC, por su sigla en inglés), pero de todas maneras hizo pie en Carolina del Norte con vientos de hasta 135 kilómetros por hora, haciendo volar árboles, techos y hasta pesados satélites de transmisión televisiva.
Además, en Nueva York se confirmó el cierre del sistema de transportes de la ciudad, incluido el tren subterráneo, hasta “bien entrado el lunes”.
Ya eran por lo menos un millón las personas sin electricidad en Carolina del Norte y en Virginia.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que el Gobierno federal y las autoridades estatales están todavía “en la fase de preparación” para afrontar las consecuencias de Irene.
“Obviamente –añadió el presidente– vamos a asegurarnos de que las fases de respuesta y recuperación van a ser tan efectivas como esta” de preparación.
“Estas serán 72 horas muy largas y obviamente muchas familias se verán afectadas” en la ruta de Irene, añadió Obama.
Con la ciudad de Nueva York prácticamente aislada y a la espera del huracán, los daños de Irene se concentraron ayer en Carolina del Norte. El huracán aterrizó por la madrugada en la zona de Jacksonville, y a partir de allí comenzó a generar inundaciones por las lluvias.
La primera ciudad en sufrir las inundaciones fue New Bern, de 30 mil habitantes. La prensa local indicó que “varios centímetros de agua” se adueñaron de las calles de la localidad, donde al menos el 60 por ciento de la población se quedó sin electricidad.
El gobernador de Virginia, Bob McDonnell, pidió a la gente “estar fuera de las rutas, lejos de los árboles”.
Al menos 200 mil personas fueron evacuadas en las zonas costeras de Virginia. “Esperamos significativas inundaciones” en esa zona, dijo McDonnell, quien pronosticó “seis o siete horas de fuertes vientos” a causa del huracán.
La emergencia también alcanzó el estado de Maryland, donde se ordenaron evacuaciones en la costera localidad de Ocean City y sacos de arena se acumularon en Baltimore para enfrentar posibles inundaciones en la ciudad.
Más víctimas. En su paso por el Caribe, el ciclón ya dejó al menos seis muertos (tres en República Dominicana, dos en Haití y uno en Puerto Rico), además de una destrucción generalizada de viviendas, infraestructura y servicios públicos.
En detalle
Clasificación. Según su intensidad, los huracanes se clasifican del 1 al 5, en forma creciente. Irene es un huracán de tipo 2, en la escala Saffir-Simpson. Supone vientos de 154–177 km/h. Eventualmente puede levantar olas de hasta 2,4 metros.
Daños. Pueden provocar daños en tejados, puertas y ventanas, importantes destrozos en la vegetación, casas y autos. También inundaciones en zonas portuarias y problemas con la provisión de agua y electricidad.
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