Las provincias más afectadas son María Trinidad Sánchez (norte), con 205 personas evacuadas y daños de importancia en tres viviendas; San Pedro de Macorís (sureste), con 84 desalojados; La Romana (sureste), con 60; y Sánchez Ramírez (centro), con 25. A las personas refugiadas en los albergues, unas 374, hay que sumar aquellos que han decidido trasladarse a casas de familiares y amigos, y que rondan los 700. La provincia de Seíbo (noreste) está parcialmente incomunicada debido a la crecida del río Yabó a la altura del cruce entre los municipios de Sabana de la Mar y Hato Mayor. En otros puntos del país se han producido corrimientos de tierra que han cortado carreteras.
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) informó que todos los mecanismos de contingencia se mantienen activados. Se han suspendido las clases en todo el país. Un centenar de turistas que habían reservado habitaciones con vista al mar en un hotel de Puerto Plata fueron realojados. En general, los hoteles pidieron a sus huéspedes que no abandonaran sus habitaciones durante el lunes por la noche.
Se han suspendido más de treinta vuelos desde y hacia aeropuertos del norte y este de República Dominicana. Como medidas preventivas fueron cerrados temporalmente los aeropuertos de Catey, Puerto Plata, Santiago, El Portillo en Samaná y Arroyo Barril.
De acuerdo a Onamet y el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, el huracán Irene se mueve de Oeste-Noroeste a unos 20 kilómetros hacia al norte de Haití. Se prevé que el huracán Irene cobre más fuerza y se transforme en un ciclón categoría 3 o 4, una de las mayores en la escala de intensidad Saffir-Simpson de un máximo de cinco. El Centro Nacional de Huracanes informó anoche que Irene avanza en dirección a La Florida.
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