Tras vivir cuatro siniestras noches en la oscuridad más absoluta y cuatro días paralizados por la falta de electricidad, los neoyorquinos de la isla de los rascacielos respiraron aliviados, en un soleado día otoñal.
Manhattan, corazón de Nueva York, recuperó la electricidad el sábado así como el 80% de su servicio de metro, pero la escasez de gasolina provoca zozobra entre los habitantes de la ciudad.
Tras vivir cuatro siniestras noches en la oscuridad más absoluta y cuatro días paralizados por la falta de electricidad, los neoyorquinos de la isla de los rascacielos respiraron aliviados, en un soleado día otoñal.
Pero en otras áreas de Nueva York, casi 900,000 personas aún no tienen energía, según declaró esta mañana en conferencia de prensa el gobernador Andrew Cuomo, que advirtió a las compañías eléctricas que tendrán que responder ante el gobierno por ulteriores demoras. Tras el huracán llegó el frío, golpeando aún más a la gente que no tiene electricidad y agua caliente y que debe recurrir a los hornos de sus cocinas de gas para calefaccionarse.
La situación más desesperante se vive actualmente en barrios de Staten Island, el sector de Nueva York más afectado por “Sandy”, donde dejó 22 muertos de los 41 fallecimientos ocurridos en la ciudad, y en Hoboken y la costa de Nueva Jersey, donde la gente sigue sin energía eléctrica y con sus enseres arruinados por la inundación y sus casas dañadas o lisa y llanamente destruidas.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, indicó que se seguirán repartiendo un millón de comidas por día a los damnificados.
Cuomo agradeció al presidente Barack Obama su decisión de aumentar en un 50% el valor de los cupones de alimentación distribuidos entre los más necesitados, lo que costará al Estado federal 65 millones de dólares adicionales, para compensar por la comida que se pudrió por falta de electricidad.
ÁNIMOS CALDEADOS POR FALTA DE GASOLINA
La escasez de combustible caldea los ánimos y algunos incidentes se registraron en las larguísimas colas ante las pocas estaciones de servicio que aún tienen gasolina.
Amir, un taxista argelino de 40 años, dijo a la AFP que tuvo que hacer una cola de dos horas para conseguir gasolina en Queens, y otro, Shamim Ahmad, agregó que dos de sus colegas tuvieron que dejar de trabajar por falta de combustible.
Conductores particulares han tenido que abandonar sus automóviles con los tanques vacíos, tras una búsqueda infructuosa de gasolina.
Para aliviar la situación, Cuomo anunció que se distribuirían 40 litros gratuitos de combustible por persona en cinco puntos de la ciudad. En el cuartel de la Guardia Nacional del Bronx, uno de los puntos de distribución, 200 personas armadas de bidones esperaban, los primeros desde hace seis horas, así como una fila de dos kilómetros de automóviles.
El teniente coronel James Freehart dijo a la AFP que la gasolina aún no llegó.
En Nueva Jersey, Nueva York y Connecticut, los tres estados más golpeados y donde se registraron la mayoría de las 109 muertes provocadas por el huracán en Estados Unidos, Obama es favorito y los comentaristas descartan que una eventual menor movilización del electorado incida en el resultado de esos comicios. Miles de maratonistas de distintos países llegados a Nueva York para participar el domingo en la tradicional carrera, que fue cancelada a último momento el viernes, corrían este sábado por los senderos del Central Park, transformado en una torre de Babel, y algunos se organizaban para correr el domingo llevando suministros a los damnificados.
EA2CPG
Tras vivir cuatro siniestras noches en la oscuridad más absoluta y cuatro días paralizados por la falta de electricidad, los neoyorquinos de la isla de los rascacielos respiraron aliviados, en un soleado día otoñal.
Pero en otras áreas de Nueva York, casi 900,000 personas aún no tienen energía, según declaró esta mañana en conferencia de prensa el gobernador Andrew Cuomo, que advirtió a las compañías eléctricas que tendrán que responder ante el gobierno por ulteriores demoras. Tras el huracán llegó el frío, golpeando aún más a la gente que no tiene electricidad y agua caliente y que debe recurrir a los hornos de sus cocinas de gas para calefaccionarse.
La situación más desesperante se vive actualmente en barrios de Staten Island, el sector de Nueva York más afectado por “Sandy”, donde dejó 22 muertos de los 41 fallecimientos ocurridos en la ciudad, y en Hoboken y la costa de Nueva Jersey, donde la gente sigue sin energía eléctrica y con sus enseres arruinados por la inundación y sus casas dañadas o lisa y llanamente destruidas.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, indicó que se seguirán repartiendo un millón de comidas por día a los damnificados.
Cuomo agradeció al presidente Barack Obama su decisión de aumentar en un 50% el valor de los cupones de alimentación distribuidos entre los más necesitados, lo que costará al Estado federal 65 millones de dólares adicionales, para compensar por la comida que se pudrió por falta de electricidad.
ÁNIMOS CALDEADOS POR FALTA DE GASOLINA
La escasez de combustible caldea los ánimos y algunos incidentes se registraron en las larguísimas colas ante las pocas estaciones de servicio que aún tienen gasolina.
Amir, un taxista argelino de 40 años, dijo a la AFP que tuvo que hacer una cola de dos horas para conseguir gasolina en Queens, y otro, Shamim Ahmad, agregó que dos de sus colegas tuvieron que dejar de trabajar por falta de combustible.
Conductores particulares han tenido que abandonar sus automóviles con los tanques vacíos, tras una búsqueda infructuosa de gasolina.
Para aliviar la situación, Cuomo anunció que se distribuirían 40 litros gratuitos de combustible por persona en cinco puntos de la ciudad. En el cuartel de la Guardia Nacional del Bronx, uno de los puntos de distribución, 200 personas armadas de bidones esperaban, los primeros desde hace seis horas, así como una fila de dos kilómetros de automóviles.
El teniente coronel James Freehart dijo a la AFP que la gasolina aún no llegó.
En Nueva Jersey, Nueva York y Connecticut, los tres estados más golpeados y donde se registraron la mayoría de las 109 muertes provocadas por el huracán en Estados Unidos, Obama es favorito y los comentaristas descartan que una eventual menor movilización del electorado incida en el resultado de esos comicios. Miles de maratonistas de distintos países llegados a Nueva York para participar el domingo en la tradicional carrera, que fue cancelada a último momento el viernes, corrían este sábado por los senderos del Central Park, transformado en una torre de Babel, y algunos se organizaban para correr el domingo llevando suministros a los damnificados.
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