lunes, 26 de noviembre de 2012

DETECTAN TRAZAS DE NICOTINA EN AGUA MINERAL EMBOTELLADA EN ESPAÑA

Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) han hallado trazas de nicotina en agua mineral embotellada en España, tras un minucioso análisis de 58 componentes farmacéuticos en 10 marcas de agua producidas en España, de las que no han querido precisar los nombres.
   En concreto, detectaron nicotina en un rango de concentración de entre 7 y 15 nanogramos por litro (ng/L), en cinco de las 10 marcas estudiadas, es decir, en la mitad de las botellas analizadas. Las botellas fueron compradas en supermercados ordinarios en Madrid y Toledo, y enviadas al laboratorio en 24 horas.
 Fuentes cercanas a la investigación consultadas por Europa Press han reconocido no obstante que la presencia de nicotina en las aguas estudiadas puede deberse a diferentes motivos que incluso podrían ser "ajenos a la responsabilidad de la empresa embotelladora".
   De hecho, advierten de que la presencia de productos farmacéuticos en el agua potable no es novedosa. No obstante, éste es el primer trabajo que analiza estos compuestos en agua mineral embotellada, después de que la percepción social de la calidad, las buenas condiciones y la seguridad del agua mineral haya generado un gran incremento del consumo del agua embotellada.
   La Asociación Internacional de Agua Embotellada estima que el incremento de consumo asciende al 70 por ciento en el último siglo, siendo España el cuarto país de la Unión Europa en producción de agua mineral.
   Por ello, según explica la URJC, la ingesta de agua mineral contaminada podría suponer un riesgo para la salud humana y, asimismo, la contaminación directa e indirecta de fuentes superficiales puede suponer el deterioro de la calidad de agua de los acuíferos, fuente esencial para el suministro de agua.
   "Esa cantidad de nicotina es muy pequeña para que existan efectos agudos inmediatos por tal consumo. Sin embargo, no existe hasta el momento estudios sobre consumo crónico en población vulnerable (bebés, mujeres embarazadas...) y consideramos que estos deberían realizarse para saber el riesgo real de dicha población", ha aseverado la investigadora Silvia González, una de las autoras del estudio.
EA2CPG