La primera nevada de la temporada interrumpió ayer durante hora y media
la comunicación por carretera entre Asturias y la Meseta. Cinco minutos
después de las ocho de la tarde, la intensificación de las
precipitaciones de nieve que habían arreciado durante todo el día sobre
la Cordillera indujo el cierre de la autopista del Huerna. Aucalsa, la
empresa concesionaria de la principal vía de comunicación entre el
Principado y León, decidió cortar la circulación de acuerdo con la
Guardia Civil. Desalojó y limpió la vía y restableció el tráfico en
torno a las nueve y media. Mientras esto sucedía en la autopista de
peaje, a la misma hora la alternativa gratuita por el puerto de Pajares
sí permitía el paso de turismos con cadenas, aunque estaba prohibido
para vehículos pesados.
Desde las nueve de la mañana había nevado sin cesar, sobre todo en la
zona asturiana del Huerna. A partir de las siete y media de la tarde,
la extensión de las precipitaciones a la vertiente leonesa y el
incremento de su intensidad aconsejó el cierre como medida de
precaución, con el propósito de evitar que quedasen vehículos atrapados.
Pasadas las ocho, los responsables de la vía desalojaron a los
automovilistas que circulaban por el tramo afectado, de unos setenta
kilómetros, y a continuación cortaron el tránsito en los dos sentidos. A
las dificultades del temporal se sumó el incidente de un camión que
circulaba en dirección a Asturias y que hizo la «tijera» en varias
ocasiones entre el kilómetro 102 y el 104, lo que obstaculizó la labor
de las máquinas quitanieves y favoreció la acumulación de la nieve en
las calzadas. Una vez limpias, el tráfico quedó restablecido en torno a
las nueve y media de la noche.
La primera incidencia llegaba así
al Huerna incluso antes que el invierno, dos días antes también de la
reunión que mañana tienen previsto celebrar en Oviedo el delegado del
Gobierno en Asturias y el subdelegado en León para coordinar el
dispositivo invernal en las vías de comunicación entre ambas provincias.
El
cierre de ayer aporta, no obstante, otra prueba de que la psicosis del
colapso recorre la autopista del Huerna desde que una gran nevada atrapó
a un millar de automovilistas en la autopista a mediados de diciembre
de 2008. Aucalsa aún está pendiente de conocer la cuantía de la multa
que deberá pagar, toda vez que el Ministerio de Fomento había paralizado
el expediente sancionador que había incoado a la compañía.
Recientemente, la ministra Ana Pastor anunció la reactivación del
proceso, que desembocará en el castigo a la empresa.
Este invierno
adelantado a finales de noviembre, mientras tanto, obstaculizó ayer la
circulación por otras muchas carreteras asturianas de alta montaña y
dejó fuertes lluvias y tormentas de granizo en toda la región. El
temporal arreció con nieve en las alturas y agua en casi todas partes,
dejando tras de sí un inventario de incidencias que mantuvo cerrados al
tráfico el puerto del Connio y la carretera de Covadonga a los Lagos, el
puerto de Pajares prohibido para camiones y con cadenas para turismos y
otros catorce pasos montañosos restringidos a vehículos con cadenas.
Son los de El Palo, Pozo de las Mujeres Muertas, La Marta, San Isidro,
Leitariegos, Tarna, Cerredo, El Campillo, El Acebo, Tormaleo, Somiedo,
San Lorenzo, Ventana y La Garganta.
Además, un argayu mantuvo cortada la carretera AS-12, de Navia a
Grandas de Salime, a su paso por el concejo de Illano, aunque por la
tarde el tránsito quedó restablecido por uno de los dos carriles de la
vía. La nieve a partir de setecientos metros y sobre todo la intensidad
de las precipitaciones acentuaron las incidencias por toda la región.
Hasta en el aire. Un avión de Vueling que cubría la ruta entre Barcelona
y Asturias recibió el impacto de un rayo. La descarga se produjo
mientras la aeronave sobrevolaba el aeropuerto asturiano, ayer por la
mañana, aunque no le impidió aterrizar con normalidad. Una vez revisado
el avión, como marca el protocolo, el enlace de vuelta a la Ciudad
Condal tuvo que ser cancelado. A última hora de la noche, algunos
pasajeros seguían esperando en el aeropuerto a que la compañía les
recolocase en otros vuelos.
La alerta meteorológica por nieve se
mantiene para hoy en todas las zonas montañosas de la región, toda vez
que la cota de nieve permanecerá detenida a lo largo de la jornada entre
los seiscientos y los setecientos metros. El pronóstico de la Agencia
Estatal de Meteorología anuncia, no obstante, que la intensidad de las
precipitaciones decrecerá hoy, con chubascos débiles o moderados en la
primera mitad de la jornada y tendencia a remitir a medida que avance la
tarde. La previsión adelanta que el frío seguirá en los próximos días,
aunque descienda la posibilidad de chubascos fuertes y que la cota de
nieve no subirá bruscamente hasta el domingo, cuando pase de setecientos
a 1.400 metros.
Cinco kilómetros infernales. Así se podía
catalogar ayer el estado del puerto de Pajares entre la localidad
lenense de Flor de Acebos y Las Campas, en León, debido a la intensidad
de la nevada que cayó durante la mañana. A pesar de la prohibición del
tráfico de vehículos pesados y la obligatoriedad de las cadenas para los
turismos, no todos se dieron por enterados y fueron muchos los coches
que acabaron en las cunetas a la espera de que la grúa los remolcase.
También llegó incluso a colarse algún camión que, ajeno a la
restricción, decidió ahorrarse el pago del peaje del Huerna.
El
alto de Pajares, junto al Parador, fue el lugar elegido por muchos
conductores para poner las cadenas a sus vehículos. Entre ellos, el
lavianés Carlos Lozano, quien aseguraba ser «todo un experto» en estas
lides. «Trabajo en Burgos y vengo mucho a casa, así que una vez que
entra el invierno, siempre tengo el coche equipado», explicó. Por eso, y
a pesar de haber consultado con antelación la previsión meteorológica,
no dudó en decantarse por Pajares para entrar en la región. «Siempre
vengo por aquí, muy malo tiene que estar para que vaya por el Huerna»,
aseguró.
ambién con cadenas, aunque menos diestro, el gijonés César Álvarez no
esperaba el temporal. «Si lo llego a saber, voy por la autopista»,
afirmaba. El conductor señaló que «siempre voy por Pajares porque me
viene mejor, pero es imposible cuando caen estas nevadas». Con humor se
lo tomaron Alex Tudor y sus amigos, parados en el alto del puerto sin
cadenas. «Venimos de Madrid a ver a unos amigos de Oviedo y no conocemos
mucho las carreteras, por eso entramos por aquí», explicaban. Tras una
hora de espera, decidieron dar media vuelta y probar a entrar en la
región por el Huerna. Delante de ellos estaba varado un camión y su
chófer, de Europa del Este, que se mostraba bastante preocupado ante la
imposibilidad de bajar por el puerto, mientras su jefe, a través del
teléfono móvil, le apremiaba para que llegase a Asturias. Entrar en el
puerto en contra de la prohibición de paso le acabó valiendo una multa
de la Guardia Civil.
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