Al menos 33 personas han muerto y más de un millón han abandonado sus hogares a causa de las inundaciones y corrimientos de tierra registrados a lo largo de la semana pasada en el noreste de la India, según han informado este lunes fuentes oficiales.
En el montañoso estado de Sikkim se han registrado al menos 21 muertos y ocho desaparecidos a causa de los corrimientos de tierra, según el portavoz del gobernador, A.S. Tobgay. El estado de Assam, que aún se está intentando recuperar de las fuertes inundaciones del pasado mes de julio -que causaron alrededor de 110 muertos y 400.000 desplazados-, han muerto ocho personas y 20 han sido dadas por desaparecidas, según la policía.
Solo en Assam se han producido cerca de un millón de desplazados, muchos de los cuales se han alojado en campamentos o en refugios improvisados al borde de las carreteras, según han asegurado fuentes oficiales del organismo gestor de desastres del estado. Asimismo, cuatro personas han muerto sepultadas en el estado de Arunachal Pradesh, según la policía. El Ejército y las autoridades federales de gestión de desastres han enviado equipos a toda la zona afectada para trasladar a la población a lugares más elevados en helicópteros o lanchas neumáticas.
Se ha abierto alrededor de cien refugios para desplazados. A lo largo de los últimos 60 años, los sucesivos gobiernos han ido construyendo diques de contención en buena parte del Brahmaputra, el río más importante de Assam, que se alimenta del deshielo del Himalaya y de uno de los sistemas de lluvias más intensos del mundo. No obstante, los expertos han denunciado que el mantenimiento de estas instalaciones es deficiente y que este sistema no es el apropiado para impedir las inundaciones.
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