Un alud de lodo, tras dos días de lluvias torrenciales, dejó al menos 13 muertos y 11 desaparecidos en un pequeño pueblo del estado de Río de Janeiro, informaron ayer las autoridades. En total, las feroces tormentas que suelen golpear cada verano esta región ya dejó al menos 29 víctimas mortales en los últimos días, además de un escenario de destrucción y 2 millones de damnificados, según datos oficiales.
Con la recuperación de cinco cadáveres entre toneladas de lodo y otros escombros, se elevó a 13 la cifra de muertos en el distrito de Jamapara, de la ciudad de Sapucaia, afirmó Sergio Simoes, jefe de Defensa Civil del estado de Río de Janeiro a la radio de CBN. El lunes se habían hallado ocho cadáveres en esa ciudad, a unos 160 kilómetros de la capital del estado.
Entre los desaparecidos figuran cinco integrantes de una misma familia, cuyo automóvil quedó sepultado por el barro cuando intentaban huir de la zona.
El alud sepultó al menos nueve viviendas en una cuesta, expresó Simoes. Y advirtió: “Esta es una zona muy difícil en la que otro alud podría ocurrir en cualquier momento ”.
Unos 30 bomberos, con ayuda de excavadoras, trabajaban en el amasijo de escombros y barro, con la esperanza de encontrar alguna víctima con vida. Un nuevo deslizamiento de tierra, de pequeñas proporciones, dificultó las tareas y obligó a los bomberos a salir corriendo de la zona y a suspender los trabajos por unos minutos.
“Se escuchó como si hubiera ocurrido una gran explosión”, contó Antonio Marcos Silva dos Reis, frente a una iglesia donde velaban a tres personas. “Yo nací y crecí en este pueblo y ha habido inundaciones todos los años, pero jamás había visto una tragedia tan grande”, aseguró.
El ministro de Salud, Alexandre Padilha, sobrevoló ayer la región y visitó los pueblos más afectados por las lluvias en Minas Gerais para acompañar la distribución de medicamentos y asistencia médica a los damnificados.
En los estados de Río de Janeiro, Minas Gerais y Espírito Santo ya se confirmaron 29 muertos, al menos 14 desaparecidos y cerca de 40.000 personas desalojadas, según datos oficiales. El gobierno ha enviado hasta ahora un cargamento de 12 toneladas de medicamentos a esos tres estados.
Los fuertes aguaceros afectan al sureste de Brasil todos los veranos y este mes se han cebado especialmente con Minas Gerais, donde hay 167 municipios con cuantiosos daños y 116 han declarado el estado de emergencia .
En Río de Janeiro, además de los deslizamientos de tierra, se han registrado inundaciones por el aumento del caudal del río Muriaé, que la semana pasada provocó la ruptura de dos diques y anegó dos pueblos, donde la población tuvo que ser desalojada de apuro.
En contraste, en el extremo sur del país 142 municipios del estado de Río Grande do Sul han decretado el estado de emergencia debido a la sequía.
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