martes, 30 de abril de 2013

DESPRENDIMIENTO EN LA N-121-A EN NAVARRA

El consejero de Fomento, Luis Zarraluqui, se desplazó en la mañana del lunes 29 de abril a las inmediaciones de los túneles de Belate para comprobar in situ el derrumbamiento que se produjo en torno a las 10.40 en el punto kilométrico 28 de la N-121-A, Pamplona-Behobia. Acompañado por técnicos del Departamento, comprobó el alcance del derrumbe que invadió completamente la calzada, circunstancia que obligó a cortar la carretera para evitar posibles riesgos para las personas y a desviar el tráfico por el puerto de Belate.
Según un primer análisis, la magnitud del deslizamiento hace prever que la vía no pueda estar libre hasta dentro de uno o dos meses. Los técnicos del Departamento están valoraron exhaustivamente de la situación y estudiando de cuál sería la mejor solución.
Los desprendimientos se produjeron en el kilómetro 28, a unos trescientos metros al sur del túnel de Belate, informó el Gobierno foral.
La circulación fue cortada poco antes de las 11.00 horas en ambos sentidos y la Policía Foral desvía por la autovía A-15 (Navarra- Guipúzcoa) a todo tipo de vehículos.
El desprendimiento se produjo en un talud de la carretera y no afectó a ningún vehículo.
Mientras se procede a su limpieza, desde el Gobierno de Navarra se recomienda que los vehículos pesados circulen por la Autovía de Leitzaran (A-15), teniendo en cuenta que la intensidad media diaria de la vía, medida en vehículos/día, es superior a 7.000 vehículos, con un porcentaje de pesados del 30%.
 Cabe recordar que el día 14 ya se produjo un desprendimiento en esa zona, concretamente en las proximidades de la boca sur del túnel, que se vio agravado el día 15. En aquel momento, parte de piedras de una piel de escollera que contenía el talud se desprendió, lo que hizo que se cortara el carril sentido Pamplona y que los dos carriles sentido San Sebastián se habilitaran uno para cada sentido. Desde entonces hasta ahora, el personal del Departamento trabajó eliminando el material desprendido y la escollera movida hasta que ahora las nuevas lluvias agravaron la situación.
En concreto, se colocaron barreras de contención new jersey para evitar que el material desprendido llegara a la calzada, lo que afectó a uno de los carriles; se retiraron tierras y piedras del desprendimiento; y se talaron árboles cercanos al corte. Asimismo, el personal del servicio de conservación del departamento y de la empresa Construcciones Mariaezcurrena S.L. realizó un seguimiento diario de la zona.
Se trata de un área con material arcilloso degradado que en contacto con el agua se disgrega fácilmente, lo que provocó un asentamiento y empuje de piedras sobre la piel de la escollera, que indujo su rotura.