La Comisión Nacional de Salud y Planificación
Familiar de China (NHFPC) ha elevado a nueve muertos y 28 casos el
balance de víctimas por el brote de gripe aviar que recorre el este del
gigante asiático.
La NHFPC ha detallado que en las últimas horas otras dos personas,
a las que hace días se les diagnosticó la enfermedad, han muerto en las
provincias orientales de Anhui y Jiangsu, elevando a nueve la cifra de
fallecidos.
Además, ha indicado que el número de casos, que este martes se
situaba en 24, ha ascendido tras detectar otros cuatro: dos en la
provincia de Zhejiang y dos en la ciudad de Shangai.
Shangai es el lugar más afectado, con 13 casos, entre ellos cinco
mortales. Del resto, ocho, incluida una muerte, están localizados en
Jiangsu; cinco, con dos muertes, en Zhejiang; y dos, con una muerte, en
Anhui.
Los análisis clínicos han revelado coincidencias significativas
entre el virus H7N9 que ha desatado el brote y las muestras recogidas de
738 palomas que estaban a la venta en tres mercados avícolas del
distrito de Songjiang, en Shangai.
El veterinario jefe del Gobierno, Yu Kangzhen, ha explicado que
solo 20 muestras contenían el virus H7N9 --la primera vez que se detecta
en aves domésticas--, por lo que ha descartado una epidemia entre
animales.
Las autoridades chinas y la Organización Mundial de la Salud (OMS)
han coincidido al subrayar que la gripe aviar es altamente contagiosa
entre animales, pero no entre humanos, a pesar de lo cual hay unas 400
personas en observación por haber estado en contacto con los enfermos.
El director de la NHFPC, Liang Wannian, ha revelado que China ha
empezado a desarrollar vacunas contra el virus H7N9, aunque no llegarían
hasta dentro de seis u ocho meses. El responsable sanitario ha indicado
que solo será necesaria si se propaga entre humanos.
Por su parte, el representante de la OMS en China, Michael O'Leary, ha
asegurado que el brote de gripe aviar "no es motivo de pánico", ya que
"se trata de un número relativamente pequeño de casos graves" y
"esporádicos".