El presidente, Otto Pérez Molina, había decretado el jueves la medida para los departamento de Quetzaltenango, Quiché, San Marcos y Huehuetenango, y la ha extendido a los de Sololá, Totonicapán y Retalhuleu, este último donde se ubicó el epicentro del terremoto de magnitud 7,2 grados Richter.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), que informó de la ampliación, precisó que de los tres nuevos departamentos en emergencia, sólo en Sololá ha habido una víctima mortal y en los otros dos se reportan daños materiales.
El “estado de calamidad pública”, que prohíbe las concentraciones, espectáculos públicos, la portación de armas y limita la libre circulación, permitirá al gobierno atender con más rapidez la emergencia, según explicó el mandatario.
Ayer se dio a conocer una tragedia que enluto a una familia de San Cristóbal Cucho, donde, a causa del sismo, murieron 10 integrantes.
Cuando Iván Vásquez se despidió el miércoles de sus seis hermanitos y su papá, jamás imaginó que toda su familia, incluida su madre y dos primos, morirían atrapados horas después por una avalancha de piedras, causada por el temblor, en una cantera en la que laboraban.
Cuando terminó el sismo, decenas de personas corrieron rescatar a la familia. El menor de los niños apenas había cumplido tres años.
Cuando lograron retirar los escombros, los pobladores hallaron los cuerpos de los niños abrazados a su padre, Justo Vásquez.
La cifra oficial preliminar de muertos por el terremoto se mantiene en 52 y la de desaparecidos en 22. Ayer, los cuerpos de socorro continuaban las tareas de búsqueda y rescate.De acuerdo con los datos oficiales, 40 de los fallecidos se registraron en San Marcos, la región más golpeada por el movimiento telúrico, once en Quetzaltenango y uno en Sololá.Las autoridades señalaron que el número de 5,251 damnificados puede aumentar en las próximas horas.El sismo también afectó a 1.2 millones de personas que se quedaron temporalmente sin servicios básicos, y dejó en riesgo a otros 6.7 millones, de acuerdo con las autoridades de Protección Civil.De la tragedia en San Cristóbal Cucho, Iván Vásquez, quien perdió a toda su familia, declaró que “yo no fui (a la cantera) porque preparaba mi graduación (como perito contador)”.”¡Ay Dios mío!”, exclamó al borde del desmayo mientras un primo lo ayudaba a sentarse.”Cuando los encontraron estaban abrazados, sus cuerpos aún estaban tibios, dos niños tenían pulso, pero no se pudieron salvar”, dijo Rómulo Vásquez, hermano de don Justo y padre de Ulises Uriel.La familia sobrevivía extrayendo piedra pómez, comúnmente usada para fabricar ladrillos utilizados en la construcción de edificios. Es un trabajo rudo que se inicia desde temprano.El día del terremoto, Daysi, de 14 años, Aldier, de 12, Gisely, de ocho, Merly, de cuatro, Delbis de cinco y Dibel, de tres, se levantaron a las 4 de la mañana para ir a trabajar junto con su padre. Dos primos de los niños, Ulises Uriel y Aldo, de 12 años, y que vivían en una casa contigua, también se habían unido a la madrugadora jornada de trabajo.A las 10:35 a.m., tras descargar unas piedras y mientras tomaban un refrigerio, el mundo se les vino encima.”Estaban allí cuando llegó el temblor”, dijo Antonia López de Vásquez, cuñada de Justo.”Era un buen papá, era muy responsable, estaba muy involucrado en las actividades de la escuela de los niños”, dijo Iván Velásquez.El director del Instituto Nacional de Sismología, Eddy Sánchez, informó que desde el terremoto del miércoles hasta ayer se registraron ya al menos 70 réplicas con magnitudes de 3.9 a 4,9 en la escala abierta de Richter.El presidente Pérez Molina suspendió toda su agenda oficial para encabezar las tareas de evaluación de los daños, y este viernes tiene previsto visitar, por tercera vez, las zonas devastadas.Mientras, diversas organizaciones privadas han abierto centro de acopio para recolectar ayuda humanitaria para los damnificados.La Cruz Roja Guatemalteca ha resaltado que muchas de las comunidades afectadas se encuentran apartadas y sin acceso por falta de vías de comunicación o porque éstas están bloqueadas por derrumbes causados por el sismo.
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