Al menos once personas han fallecido y otras 34 permanecen desaparecidas después de que una embarcación naufragara cerca de las costas del golfo de Adén (Somalia) el pasado sábado.
El bote con dirección a Yemen sucumbió al mal estado del mar y al fuerte temporal que azotaba la zona, según han relatado los trece supervivientes, que permanecieron a la deriva hasta el pasado miércoles (cinco días) cuando llegaron a las playas somalíes. Dos de ellos son mujeres y otros tantos son adolescentes.
De acuerdo con sus relatos, había un total de 58 pasajeros y tres contrabandistas que trabajaban como tripulación. El hundimiento del barco precedió a un apagón del sistema eléctrico.
La ACNUR ha calificado estos detalles facilitados por los supervivientes de "alarmantes". Además, estas personas han explicado a los delegados de la agencia en Somalia que los tres narcotraficantes obligaron a 22 pasajeros a saltar por la borda poco después de que se produjera el apagón.
"La ACNUR está profundamente entristecida por la trágica pérdida de vidas", prescribe en un comunicado las palabras de su portavoz, Adrian Edwards, "las autoridades en la ciudad portuaria somalí de Bosaso están investigando el incidente y esperamos que los culpables sean traídos ante la justicia".
Hasta el momento, once cuerpos sin vida han sido recuperados en las playas de la localidad somalí de Ceelaayo, a unos 30 kilómetros al oeste de Bosaso.
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